Al Partido Popular le ha salido perfecto Madrid, el feudo de los dos pretendientes, de Esperanza Aguirre y de Ruiz-Gallardón. El partido tratará de capitalizar para todos, incluido Rajoy, la cosecha madrileña, pero fuera de la capital los resultados no son tan buenos para la oposición.
En términos de corrimiento de poder, los socialistas sacarán alguna ventaja, van a gestionar, por sí mismos o mediante coalición, más presupuesto, más poder territorial.Habrá argumentos para que todos puedan sentirse satisfechos por algún dato y decepcionado por otros.
En realidad, necesitaremos algún día más para el análisis fino de los resultados, pero por los avances se puede verificar la consolidación popular en Madrid y Valencia y un cierto repliegue en Cataluña y el País Vasco. ¿Lecciones para las generales? Sospecho que pocas, que cada uno sin cambios de estrategia ni de ritmo. Zapatero y Rajoy no resolvían su pugna ayer, para la cita decisiva faltan unos meses.
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