Las ventas de uno de los referentes de la distribución española, Mercadona, repuntaron durante el pasado año un 5% respecto a 2013 y alcanzaron los 543 millones de euros. Después de abrir 60 nuevas tiendas, la compañía que dirige Juan Roig se ha puesto como objetivo la apertura de otros 60 establecimientos en España, principalmente en el País Vasco, Navarra, Cataluña y Madrid, comunidades que Roig ha definido como "zonas de más expansión".

La comparecencia de Roig este jueves ante la prensa en las instalaciones de la compañía en la localidad valenciana de Puçol ha servido, además, para constatar el moderado optimismo con el que el empresario encara el presente año. "Creemos que en 2015 el consumo va a ir muy bien. De hecho, los dos primeros meses del año han ido bastante bien", ha comentado.

En su opinión, y por el modelo que aplica en su empresa, el debate sobre la bajada de salarios no está sobre la mesa. "Lo que hay que hacer es ser muy productivos y tener unos grandes sueldos". En esta línea, afirma que para ser competitivos no hay que bajar sueldos, sino "hacer más con menos, lo que permite pagar mejores sueldos".

Un vistazo a las grandes cifras permite ver que esta ha sido una de las recetas que ha aplicado la compañía de supermercados. Con el mismo número de trabajadores, 74.000, abrió 60 tiendas en 2014 y prevé abrir otras tantas en 2015.

La cadena trabaja en la actualidad con 2.000 proveedores, 20.000 pequeñas y medianas empresas y con 120 interproveedores exclusivos. En cuanto al beneficio, de los 543 millones de euros que obtuvo tras el pago de impuestos y el reparto de primas a los empleados, en torno al 80% se reinvirtió en la compañía y el 20% se destinó al reparto de dividendos entre sus accionistas.

Roig ha defendido su modelo de producción, que ha apostado por ampliar la cadena alimentaria hasta el sector primario (lecheros, pescadores, agricultores...), que han pasado a incorporarse a la disciplina interna de la cadena como interproveedores, es decir, trabajando en exclusiva para Mercadona. Con él, asegura, se puede ofrecer calidad al tiempo que se bajan los precios de la compra mensual.

En cuanto a la polémica de las apertura en domingo, si bien ha dicho que "hoy por hoy" no la contemplan por su política de conciliación laboral, ha añadido que no la descartan para más adelante si así lo exigen los consumidores.

El empresario valenciano, de 65 años de edad, ha afirmado que se siente "física y mentalmente bien", por lo que va a continuar en su puesto. Sobre la posible sucesión por sus hijas al frente de la compañía, ha dicho: "El patrimonio se hereda, pero la dirección y el puesto de trabajo no. Ya está previsto cómo se hará".