El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ha reconocido este viernes que Teherán hará caso omiso de cualquier resolución nueva de la ONU contra Irán, y que éste país acelera sus actividades atómicas para convertirse en exportador del combustible nuclear.
"Cualquier resolución nueva (del Consejo de Seguridad de la ONU) contra las actividades nucleares iraníes supondría una destrucción de los puentes (diálogo con Irán) por parte de las grandes potencias", dijo Ahmadineyad en la ciudad de Kalbaykan, en el centro de Irán.
"La República Islámica no suspenderá sino acelerará las actividades de sus centrifugadores porque queremos ser un país exportador del combustible nuclear", recalcó.
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