Ezcaray, un valle de contrastes en la provincia de La Rioja

Plaza del quiosco, centro vital de Ezcaray
Plaza del quiosco, centro vital de Ezcaray
LA RIOJA TURISMO
Plaza del quiosco, centro vital de Ezcaray

Hay lugares donde la naturaleza y el patrimonio histórico se dan la mano para fraguar destinos deliciosos. Emplazamientos que guardan la magia del Medievo y la espontaneidad del paisaje; sitios que desconciertan, que conmueven, que sobrecogen a quien se aproxima a ellos desde lo lejos. Lugares que, sencillamente, apetecen.

A los pies de la sierra de la Demanda, en el área suroccidental de La Rioja, la comarca de Ezcaray satisface a gastrónomos exigentes, amantes del senderismo, micólogos incansables y fotógrafos ávidos de las instantáneas más hermosas. Se trata de un destino tan versátil como caprichosas son las cuatro estaciones del año en este enclave que contrasta con soltura la nieve en las cumbres del monte de San Lorenzo con los coloreados campos de cultivo que siembran los terrenos. Aquí la naturaleza sugiere siempre un buen plan: desde la recogida de setas en sus bosques durante el otoño hasta las jornadas de esquí entre diciembre y marzo y las heterogéneas rutas a pie o en BTT (bici todo terreno) que pueden disfrutarse en primavera y verano por la Vía Verde del Río Oja o los múltiples senderos que vertebran la zona.

En el corazón de la comarca de Ezcaray, la villa que le da nombre -una pequeña población de algo más de 2.000 habitantes que sobrepasa los 10.000 durante la temporada alta- acompaña en su recorrido a un sinuoso río Oja que bien podría ser el origen del nombre de la comunidad autónoma. Se trata de una localidad afable, primorosa, donde la construcción rústica de piedra abunda con aspecto cuidado y sabor tradicional.

Con estrella Michelín

En el centro de este pequeño pueblo se alza una singular plaza casi cercada con pilares de madera y piedra; a su alrededor, unos soportales dan cobijo a concurridas terrazas de bares que ni el áspero frío del invierno logra callar. Ya en las calles aledañas, los establecimientos hoteleros y restaurantes se suceden sin cansancio. Desde luego, un rápido vistazo a la población parece indicar que la zona guarda un valeroso atractivo que sin duda ha de justificar tamaña oferta turística. Y esta primera impresión no anda desencaminada, porque a unos pasos de la plaza, y sin salir de la localidad, el visitante puede disfrutar de una experiencia gastronómica memorable.

Cuenta la Guía Michelin que un restaurante con dos estrellas bien merece un desvío en el camino para probar las propuestas de su cocina. En el caso de Ezcaray, la bifurcación es innecesaria; en la propia localidad el cocinero Francis Paniego hace las delicias de los simpatizantes de la alta cocina en los fogones de El Portal de Echaurren,  el único restaurante con dos estrellas Michelin de La Rioja (menú desde unos 70 euros). Chef con solera que, por cierto, ha heredado la tradición culinaria de Ezcaray; su familia regenta en el pueblo tres establecimientos más: Echaurren Tradición, de cocina de mercado tradicional (55 euros el menú degustación); Bistró Comilón, que se define como "la versión más desenfadada de la cocina del Echaurren" (desde 16,50 euros); y e-Tapas Gastrobar, de tostadas y raciones.

A escasos 14 kilómetros de Ezcaray, y adentrándose ya en la sierra de la Demanda, la estación de esquí de Valdezcaray ofrece a esquiadores principiantes y experimentados 24 pistas que suman un total de 22 km esquiables; una oferta mucho más modesta que la de sus homólogas pirenaicas, pero con una relación calidad-precio (28 € el forfait más caro), una propuesta de après-ski y una distancia al centro de la Península que bien vale plantearse una escapada.

En dirección opuesta, y también a 14 kilómetros, Santo Domingo de la Calzada emerge como una de las poblaciones más importantes de la Rioja Alta. Aquí, donde cantó la gallina después de asada, puede apreciarse la transición del románico al gótico en la Catedral, el complejo entramado medieval de su casco histórico -declarado en 1973 Conjunto de Interés Histórico Nacional-, y la muralla. Fue, y aún es hoy, junto con Nájera, relevante lugar de paso de peregrinos del Camino de Santiago francés.

A medio camino entre Santo Domingo y Nájera, y a 39 kilómetros de Ezcaray, la cuna del castellano se asienta en la localidad de San Millán de la Cogolla. El intrincado Monasterio de Suso (o el de arriba) y el de Yuso (el de abajo), declarados en su conjunto Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, mecieron las primeras líneas escritas del castellano y el vascuence, materializadas en el Códice Emilianense. La singularidad arquitectónica de ambos recintos, el entorno natural que los abraza y la relevancia histórica y lingüística que late en sus muros hacen del lugar un enclave excepcional imposible de soslayar.

Datos prácticos

  • Cómo llegar: Desde Burgos, por la N-120 hasta Santo Domingo de la Calzada y tomando el desvío de la LR-111. Desde Logroño, por la A-12 hasta Santo Domingo.
  • Alojamiento: En Ezcaray abundan los apartamentos de alquiler pensados para esquiadores o turistas con planes tranquilos que pasan por excursiones senderistas o en bici. La media es de unos 70  la noche. Para una estancia más romántica, el Hotel Echaurren. También hay un albergue con precios para grupos, el de La Real Fábrica.
  • Dónde comer: Cualquiera de los establecimientos Echaurren es una buena opción; aprovecha la cocina de mercado y escoge un plato de temporada. También, en la plaza, El Mesón o El Moderno, con buenos pinchos. A unos kilómetros, en Santo Domingo, el Parador de Turismo.
Mostrar comentarios

Códigos Descuento