Una babosa de mar "roba" los genes de las algas que come para vivir de la fotosíntesis

  • Se trata del primer ejemplo conocido de transferencia genética funcional de un organismo multicelular a otro.
  • "No hay forma en la Tierra de que los genes de un alga trabajen dentro de una célula animal. Pero aquí lo hacen", ha comentado uno de los autores del estudio.
La babosa de mar E. chloritica "roba" los genes de las algas que come para vivir de la fotosíntesis.
La babosa de mar E. chloritica "roba" los genes de las algas que come para vivir de la fotosíntesis.
PATRICK KRUG
La babosa de mar E. chloritica "roba" los genes de las algas que come para vivir de la fotosíntesis.

La babosa de mar de color verde brillante E. chloritica adopta el mismo sistema de alimentación que una planta, de manera que consigue vivir durante meses alimentándose solo de luz solar; una cuestión que ha mantenido en vilo a los científicos y que ahora, por fin, tiene respuesta.

Un estudio que ha publicado este jueves el Marine Biological Laboratory, en el que los investigadores aportan las primeras evidencias de este descubrimiento, revela por qué los cromosomas de la babosa adquieren algunos genes que provienen de las algas que come. Concretamente, estos genes ayudan a mantener en activo los procesos fontosintéticos de la babosa, lo que le proporciona toda la comida que necesita para sobrevivir.

Los autores de la investigación destacan la importancia de este descubrimiento, ya que se trata del primer ejemplo conocido de transferencia genética funcional de un organismo multicelular a otro. Este hito científico es el objetivo que persiguen consiguer en seres humanos los científicos y que tendría como finalidad corregir las enfermedades de base genética de nuestra especie.

Sidney K. Pierce, coautor del estudio, se pregunta si una babosa de mar es un buen modelo biológico para una terapia humana. "Probablemente no", comenta, "Pero averiguar el mecanismo de esta transferencia de genes de origen natural puede ser muy instructivo para futuras aplicaciones médicas".

Los cloroplastos, orgánulos celulares imprescindibles

Para poder llegar a esta conclusión, el equipo llevó a cabo una técnica de imagen avanzada a través de la que se ha confirmado que un gen del alga V. litorea está presente en el cromosoma de E. chloritica. Dicho gen es el encargado de producir una enzima crítica para la función de los orgánulos celulares que producen la fotosíntesis, llamados cloroplastos, y que por lo general se encuentran en las plantas y en las algas.

Fue en 1970 cuando se descubrió que chloritica "roba" los cloroplastos de V. litorea y los incorpora a sus propias células digestivas. Y una vez dentro de las células de la babosa, los cloroplastos realizan la función de la fotosíntesis hasta nueve meses, un tiempo muy superior al de las algas.  

"Este trabajo confirma que uno de los genes que las algas necesitan para reparar los daños en los cloroplastos y mantenerlos en funcionamiento está presente en el cromosoma de la babosa", comenta Pierce.

De generación en generación

Curiosamente, el gen se incorpora en el cromosoma de la babosa y se transmite a la siguiente generación, aunque tendrán que adquirir de nuevo los cloroplastos a través de las algas, los genes ya están presentes en el genoma de la especie, según señala Pierce.

"No hay forma en la Tierra de que los genes de un alga trabajen dentro de una célula animal. "Y, sin embargo, aquí lo hacen. Permiten que el animal se base en la luz del sol para su nutrición. Así que si algo le sucede a su fuente de alimento, tienen una forma de no morir de hambre hasta que encuentren más algas para comer. Esta adaptación biológica es también un mecanismo de rápida evolución, comenta.

"Cuando se produce una transferencia exitosa de genes entre especies, la evolución puede ocurrir básicamente de una generación a la siguiente", evitando una escala de tiempo evolutiva de miles de años.

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