Los hombres de Euskadi cada vez se preocupan más por su imagen y buscan más opciones para ponerse guapos. Al contrario de lo que ocurre en otras comunidades de España, donde las operaciones estéticas de hombres han aumentado un 25% en los últimos años, los vascos evitan pasar por el quirófano, aunque se ha disparado la venta de productos cosméticos masculinos.

«Los hombres sólo suponen, como mucho, un 5% de las cirugías estéticas en mi consulta», explica el doctor José Sainz Arregui, uno de los cirujanos plásticos de mayor prestigio de Bilbao.

Eso sí, entre los que se operan, lo más demandado son las rinoplastias (operaciones de la nariz) y las otoplastias (de las orejas), así como las ginecoplastias, que consisten en la reducción de mamas, o las blefaroplastias para corregir las bolsas de los ojos. En quinto lugar estarían las liposucciones, «para esa molla que sale por encima del pantalón».

Por el contrario, la venta de cosméticos para ellos aumenta entre un 10 y un 15% cada año en Euskadi. «Lo que más se vende son las hidratantes para antes y después del afeitado y las cremas antiarrugas para el contorno de los ojos», comenta Rosa Ramos, responsable de tiendas de la cadena de perfumerías Marionnaud.

El efecto Beckham

Los vascos, al igual que miles de hombres en todo el mundo, han sucumbido al efecto Beckham, icono de la metrosexualidad. Desde que el jugador del Real Madrid se convirtiera en imagen de numerosas marcas publicitarias y cambiase constantemente de aspecto, son muchos los que decidieron imitarle y comenzar a preocuparse por su imagen.