Fue en 1993 cuando los acordes de Olé Olé se fueron apagando y comenzó este paréntesis en el que sus componentes originales, Gustavo Montesano a la guitarra y Luis Carlos Esteban en los teclados, orientaron sus carreras a la producción discográfica.

Por sus manos han pasado Héroes del Silencio, Thalía o Amistades Peligrosas pero, según asegura Luis Carlos en una entrevista con Efe, "en los últimos tiempos" tenían "ganas de volver a trabajar y vivir la música desde dentro", porque confiesan que "los viajes, las giras y el contacto directo con el público" es lo que les "da vida".

Y ha sido el público el que les ha "animado en los foros de internet" a un regreso marcado por la "batalla jurídica para recuperar su nombre", explica el guitarrista, porque otra persona lo registró poco después de que el grupo desapareciera.

Cuando hace dos años surgió en firme el proyecto de vuelta, éste incluía a Vicky Larraz, la primera cantante de Olé Olé, e incluso llegaron al estudio.

Pero, según Luis Carlos: "ella se había quedado en otra época del negocio, creía que iban a ser montones de galas a lo grande, con mucho dinero de por medio... pero buscábamos algo más personal, una visión distinta".

De la mano de Toni Zaragoza, el manager del grupo y quien también lo fue en sus orígenes, llegó Marta Domínguez, una tinerfeña de 19 años que además ostentaba el título de Miss Tenerife, al que renunció por incorporarse como vocalista del grupo.

Marta confiesa que, por su juventud, "no conocía nada más que dos o tres canciones suyas, por el karaoke", algo que ha terminado por convertirse en "una ventaja para interpretar las canciones de una forma más personal".

Por eso, Luis Carlos considera que Marta ha sido una buena elección no sólo porque "tiene una afinación perfecta", sino porque "canta diferente a como se hacía en los ochenta, y eso le da un aire muy fresco al disco".

Para Marta, cargada de nervios por la responsabilidad que supone poner voz a Olé Olé, esta es una oportunidad de oro y espera que, como ocurriera con Vicky Larraz o Marta Sánchez, a ese público fiel le enganche este trabajo -producido por ellos mismos- aunque saben que "no va a gustar a todos por el efecto maqueta: cuando se hacen nuevos arreglos a algo bueno hay quien dice que pierde su esencia".

Han sido los gustos de seguidores los responsables de los doce cortes que componen Grandes éxitos y otras terapias de grupo, con nueve títulos tan conocidos como Soldados del Amor, Lili Marlen, Voy a mil o No Controles, y tres composiciones nuevas.