El contrabando de tabaco y bebidas alcohólicas, destinado a particulares y bares, ha vuelto a repuntar el último año en Catalunya y, especialmente, en la provincia de Lleida, por su proximidad con la frontera con Andorra, según la Guardia Civil, que el año pasado interpuso un 80% más de denuncias.

El incremento de la actividad contrabandística ha ido en paralelo a un mayor número de inspecciones policiales. Solo en bares y restaurantes leridanos se han incrementado un 80,8% durante 2014.  Fruto de estas operaciones, la Guardia Civil levantó 179 denuncias entre enero y noviembre en bares, cafeterías, restaurantes y hoteles con productos de contrabando. En 2013, se efectuaron 99.

El teniente coronel del cuerpo de la Guardia Civil en Lleida, Jorge Montero, afirma que dichas actas de denuncia se trasladan, en el caso del tabaco, al Comisionado para el Mercado de Tabacos, dependiente del Ministerio de Hacienda. Este organismo ejerce competencias de carácter regulador y de vigilancia para salvaguardar las condiciones de libre competencia en el mercado de los cigarrillos.

Los datos de la última encuesta de cajetillas vacías de IPSOS, recogidos por la Mesa del Tabaco (agrupación de todo el sector tabacalero en España, que reúne a cultivadores, transformadores y fabricantes) indican que el tabaco ilegal en territorio español representó el 11,2% del total de los cigarrilos consumidos en el primer semestre de 2014, frente al 11,3% registrado en todo el año 2013, una cifra que da fe del incremento de este fenómeno.

El portavoz de la Mesa del Tabaco, Juan Páramo, recuerda que cada vez que se adquiere una cajetilla ilegal se produce un fraude fiscal, pues el 80% del precio de venta al público de los cigarrillos son impuestos». Páramo indica además que esta acción de compra comporta otras dos graves consecuencias: «el facilitar el acceso al tabaco a los menores de edad y la financiación de las mafias».

La frontera con Andorra, en Catalunya, y con Gibraltar, en Andalucía, son los dos puntos negros del contrabando de tabaco. Los contrabandistas utilizan todos los métodos para intentar pasar la mercancía. Por ejemplo, el pasado 5 de diciembre, la Guardia Civil decomisó tabaco de contrabando en la aduana de la Farga de Moles por valor de 15.487 euros.

Los agentes descubrieron 980 paquetes de tabaco ilegal escondidos en un remolque para el transporte de perros. Un día antes, el 4 de diciembre, los agentes encontraron en el doble fondo de un vehículo con matrícula andorrana 2.465 paquetes de tabaco rubio de contrabando.

Una de las recientes mayores operaciones policiales se produjo a mediados de noviembre, cuando la Guardia Civil detuvo a 23 contrabandistas en Lleida y Tarragona en una operación que tuvo ramificaciones a nivel estatal.

Un fumador gasta anualmente de media 1.250 euros en tabaco, una cifra difícil de sostener para algunos en tiempos de crisis y que les lleva a buscar opciones para seguir fumando, como el tabaco de liar o el tabaco de contrabando. El psicólogo responsable de la Unidad de Tabaquismo del Hospital Santa Maria de Lleida, el doctor Francesc Abella, calcula que cada día comienzan a fumar en Catalunya tres jóvenes de 14 años. Pero que en los últimos años ha disminuído el consumo de tabaco entre los jóvenes de 14 a 18 años. Si en 2004 fumaban el 23%, en 2012 la cifra bajó hasta el 12,4%.