Los electores españoles y los europeos residentes en España de los países miembros de la UE (que lo hayan solicitado) están llamados a votar el 27 de mayo. Los que lo vayan a votar ese día en las 59.374 mesas previstas encontrarán varias urnas, ya que en la fecha de las elecciones municipales (fijada por la Ley Electoral para todo el ámbito nacional en el 4.º domingo de mayo cada cuatro años) coinciden otras muchas elecciones. Hasta ahora han coincidido siempre con las municipales las elecciones autonómicas de las Asambleas de 13 comunidades autónomas más las de Ceuta y Melilla (las recientes reformas de los Estatutos de esas 13 autonomías llamadas ‘no históricas’ porque no se constituyeron como tales durante la II República permite ahora la disolución anticipada de sus Parlamentos regionales, pero ninguno de sus presidentes de Gobierno autónomo ha hecho hasta ahora uso de esa facultad). Por lo tanto, salvo en Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía, en todas las mesas del resto del territorio habrá como mínimo dos urnas: la de elegir concejales y la de elegir diputados autonómicos.

Pero además, tanto en Canarias como en Baleares, los electores se encontrarán con una tercera urna. Los canarios pueden elegir a los consejeros de los Cabildos Insulares (el Cabildo es el gobierno de cada isla) y en Baleares, por primera vez, elegirán directamente a los consejeros insulares de Mallorca, Menorca e Ibiza (con funciones similares a los de las islas canarias). También en muchos municipios tendrán tres urnas, ya que en el caso de las localidades que tienen estatuto EATIM (unas 4.000 localidades que fueron en su día absorbidas por un municipio mayor) se eligen por voto secreto y directo a los alcaldes pedáneos. Algo similar sucede con la elección de los Concejos de Navarra.

El día de las municipales coincidirán igualmente unas elecciones de instituciones de gran arraigo histórico, como son el Consejo General del Valle de Arán, entidad territorial con personalidad jurídica propia que abarca nueve municipios de ese valle de Lleida regidos por su Gobierno autónomo (como curiosidad diremos que todas las papeletas de voto en ese valle se imprimen en dialecto aranés). Y como reflejo de su organización histórica y política, en el País Vasco se celebran unas elecciones importantísimas, como son las de las Juntas Generales de los Territorios Históricos de Araba, Gipuzkoa y Bizkaia. Además de ser el símbolo histórico del poder y de las libertades forales de cada territorio vasco, estas elecciones de las Juntas Generales son casi igual de importantes dentro de Euskadi que las elecciones autonómicas, dado el poder que tienen estas Juntas en aspectos fundamentales de gobierno, como es el del control a través de las Diputaciones Forales de la recaudación de impuestos, la gestión de los presupuestos, del gasto público y de un gran etcétera.

En definitiva, alrededor del núcleo central constituido por la elección de los órganos de gobierno de los 8.111 municipios españoles saldrán elegidos de las diversas urnas que coincidirán en el escrutinio del 27 mayo un sinfín de representantes que formarán parte de los órganos e instituciones que dan forma a los pilares básicos de la democracia en nuestro país, y que plasman la estructura descentralizada del Estado español. Es una jornada decisiva y compleja que tendrá un gran impacto sobre la gestión política en los próximos cuatro años de los problemas de la vida cotidiana y de los equilibrios territoriales.