La acusada de quemar la casa de los primos de su novio en Santiago niega los hechos y alega depresión

La primera jornada del juicio gira en torno al hallazgo de una garrafa en la vivienda, cuyo contenido y localización quedan sin aclarar
La acusada de incendiar la casa de los primos de su novio en Santiago
La acusada de incendiar la casa de los primos de su novio en Santiago
EUROPA PRESS
La acusada de incendiar la casa de los primos de su novio en Santiago

La acusada de incendiar la casa de los primos de su pareja en Santiago en septiembre de 2013, en prisión preventiva desde octubre de ese año, ha negado los hechos y ha alegado depresión para justificar las incongruencias entre lo que ha declarado este miércoles y lo que dijo en su día ante el Juzgado de Instrucción.

M.I.M.D., que ha sido trasladada desde la cárcel de Teixeiro a la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, en la capital gallega, ha afirmado que por aquel entonces ella se "quería morir" y "desaparecer", al "arrastrar" un estado depresivo desde que murió su padre en 1998, y que, pese a tener prescrita una determinada medicación, empezó a tomar los medicamentos por su cuenta. En diciembre de 2012 había solicitado una baja laboral y en abril recibió la carta de despido, y "ahí empezó todo", según ha indicado.

Sin embargo, ha negado haber iniciado el fuego que aquel 4 de septiembre arrasó la vivienda de los primos de su novio sita en el número 2 de la calle Pexigo de Abaixo, con peligro para sus moradores y los de los inmuebles adyacentes, y donde fueron localizadas calcinadas prendas y juguetes del hijo del matrimonio y se encontraron fuera de su vitrina los álbumes con las fotografías del menor.

Ante las preguntas de la fiscal, que pide 12 años de prisión, M.I.M.D., con desórdenes alimenticios y varios intentos de suicidio en su historial, ha señalado que "malamente" pudo confesar ser la responsable del fuego y que los únicos "pensamientos" que recuerda de aquella época son los relativos a que su estado de ánimo era malo. "Necesitaba ayuda y no la encontré", ha agregado, en alusión a su asistencia a una terapia de grupo en lugar de una de carácter individual.

Garrafa tras la puerta

El hallazgo de una garrafa dentro de una bolsa de una gasolinera tras la puerta del bajo de la casa —en la que está la vivienda de los primos del novio de la acusada, mientras que las otras plantas están habitadas por otras personas— ha sido uno de los puntos centrales de la primera jornada del juicio, que continuará este jueves con las declaraciones de nuevos testigos propuestos por Fiscalía y las periciales y concluirá el viernes.

Ni su contenido ni su localización han quedado aclarados por las partes. Así, en primer lugar han comparecido varios agentes de policía, cuyas palabras no han aclarado cuándo apareció dicho recipiente, si el primer día en que se inspeccionó el lugar del incendio o varios después.

Tampoco ha existido coincidencia en relación con el precintado del inmueble y la entrega de juegos de llaves con los que poder acceder al mismo entre las intervenciones de los policías y las de los propios perjudicados, el matrimonio formado por el primo del novio de la acusada y su mujer, que se ha reconocido "muy amiga" de M.I.M.D. en aquel tiempo.

Comida en el hostal

La familia del matrimonio tiene una tienda en el Preguntoiro, en pleno casco histórico compostelano, y también regenta un hostal en la calle Hortas, donde se encontraban varios de sus integrantes cuando fueron avisados del incendio hace ahora más de un año, sobre las 17,00 horas.

En dicho local reposaban ese miércoles, tras una comida familiar a la que la acusada había sido invitada, pero a la que no acudió. Esta ha asegurado desconocer cómo desplazarse por el centro de la ciudad, y ha dicho que aquel día se dirigió sobre las 18,00 o 19,00 horas a la pensión desde su casa —cerca de la gasolinera a la cual pertenece la bolsa en que se encontró, supuestamente, la garrafa— a causa de un "problema" que el primo de su pareja tenía con el automóvil.

El novio y los perjudicados

Por su parte, el novio de la acusada, J.A.S.G., se ha acogido a su derecho a no declarar, aunque sí ha apuntado, ante las cuestiones del juez, que cuando lo hizo en comisaría fue porque le llamaron y "nadie" le advirtió de que podía "no declarar", algo contra lo que había protestado previamente el abogado de la defensa.

A continuación, P.R.G., también primo de la pareja de la acusada —hermano del marido del matrimonio—, ha reflejado su sorpresa cuando le comunicaron que M.I.M.D. había sido la autora del siniestro en la casa, puesto que el propio día de los hechos fue él quien la vio aparecer en el hostal poco después de lo sucedido, y estaba "normal".

"Llegó tranquila, me abrazó y yo lloré en su hombro. Al día siguiente vinieron a montar la cuna que trajeron para mi hijo. Me dijo: 'tranquila, verás como los cogen", ha relatado, en la misma línea, M.D.G.M., la mujer del matrimonio, visiblemente afectada.

Por su parte, el marido, J.M.R.G., ha ratificado que los días posteriores al incendio tanto la acusada como su primo estuvieron con ellos y su familia en varias ocasiones, fueron juntos a la playa en Ribeira y les regalaron ropa y juguetes para sus hijos. Más tarde, según su relato, fue cuando su primo le confesó que había sido ella.

J.M.R.G. ha afirmado, asimismo, que la jornada del fuego no vio nada tras la puerta de la casa, porque "estaba todo oscuro", pero sí el día 9, cuando acudió con una prima suya —hija de policía— para recoger algunos enseres. Entre una fecha y otra, de acuerdo con su declaración, le entregó un juego de llaves al corredor de seguros.

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