El paro de profesores deja sin clase a 4.000 alumnos

La huelga contra la ampliación de la jornada escolar en junio y septiembre fue seguida por tres de cada cuatro docentes coruñeses, según la CIG.
Más de 4.000 alumnos coruñeses de infantil y primaria –el 30% de los casi 13.000 matriculados– se quedaron ayer sin poder ir a clase debido a la huelga de profesores convocada por el sindicato CIG en protesta por la ampliación de la jornada escolar en junio y septiembre.

El seguimiento del paro docente, aunque numeroso, fue irregular en los distintos centros. En los 24 colegios públicos herculinos se quedaron en sus casas casi 3.000 niños, el 40% del total –según los propios centros–, pero hubo contrastes.

Colegios como el Montel Touzet, Concepción Arenal, Emilia Pardo Bazán, Raquel Camacho o Sanjurjo de Carricarte permanecieron con casi todas las aulas vacías y con la única presencia de los profesores que cumplían los servicios mínimos establecidos por la Xunta.

Pero en otros como Wenceslao Fernández Flores, Sagrada Familia, Cornide Saavedra o Rosalía de Castro la jornada se desarrolló con total normalidad y a las aulas acudió todo el alumnado.

Mientras, en la red de enseñanza concertada de la ciudad –formada por 18 centros–, la falta de profesores tan sólo afectó a unos 1.500 niños, el 20% del total.

Esta situación fue el reflejo del seguimiento que de la huelga hicieron los docentes convocados. Según la CIG, fueron tres de cada cuatro los profesores coruñeses los que apoyaron la convocatoria. La comunidad educativa que más respaldó la protesta fue la de los colegios públicos: en diez de ellos el paro fue superior al 60%, algo que sólo ocurrió en tres centros concertados.

Las APA, disconformes

La convocatoria de huelga de la CIG –que representa al 40% del profesorado gallego– responde a su oposición a la reforma del calendario escolar por parte de la Consellería de Educación –suscrita con el resto de fuerzas sindicales– por la que se elimina la jornada escolar reducida en los meses de junio y septiembre.

Esta iniciativa, a la que los docentes se oponen porque la consideran un incremento de su carga laboral, ha sido aplaudida por las familias de los alumnos, cuyos portavoces –las APA– la consideran un avance en la conciliación de la vida familiar y laboral, ya que les permite dejar a sus hijos más tiempo en los colegios.

En Santiago, 3.000 manifestantes

Más de 3.000 profesores se manifestaron ayer en Santiago para protestar por la ampliación de la jornada escolar en junio y septiembre establecida por la Xunta. La marcha provocó varios cortes de tráfico en la capital gallega, en la que  1.500 alumnos se quedaron sin clase y el 80% de los profesores secundaron el paro, según el sindicato convocante –CIG–, que cifró el seguimiento en toda Galicia en el 72%, más de 10.000 docentes; un porcentaje que la Xunta rebajó al 38%.

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