Toni Hill cierra la trilogía del inspector Héctor Salgado con 'Los amantes de Hiroshima'

  • La novela está ambientada en mayo del año 2011 en plenas protestas del movimiento del 15-M.
  • Con esta tercera novela, el escritor barcelonés cierra otras tramas que quedaban abiertas de la segunda.
  • Otra de las subtramas de este libro es el tema de los bebés robados, que al escritor le parece "emocionalmente horroroso".
Toni Hill
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El escritor barcelonés Toni Hill, convertido en fenómeno literario con sólo tres novelas y que acaba de cerrar su trilogía del inspector argentino Héctor Salgado con Los amantes de Hiroshima, ha dicho que le gusta "contar historias de gente normal y no de grandes mafiosos".

Los amantes de Hiroshima (DeBolsillo) está ambientada en mayo de 2011 en plenas protestas del movimiento del 15-M, que ocupan las plazas públicas de las ciudades, y el inspector Salgado debe investigar un caso complejo: en una casa abandonada cerca del aeropuerto barcelonés se descubren dos cadáveres dispuestos en una suerte de escenografía funesta, desaparecidos 7 años antes.

En paralelo, añade el autor, esta tercera novela cierra otras de las tramas que quedaban abiertas de la segunda, la desaparición de Ruth, la exmujer de Salgado, desaparecida sin dejar rastro seis meses atrás.

Para Hill, "el mal del psicópata no tiene interés literario y es mucho más sugerente el mal asumido por la gente, el de esa gente que trafica con los bebés, ese mal que de alguna forma asumimos todos, el mal de las corruptelas pequeñas de cualquier sector" porque, como el propio autor afirma, prefiere "hablar de gente normal, porque no sé hacer un 'thriller' de mafias".

El interés de Toni Hill se centra en "cómo un crimen afecta a las vidas de personas normales". De la trilogía se deriva que el escritor barcelonés aborda el género siempre desde un tema de fondo.

En la primera, El verano de los juguetes muertos (2011), que lleva ya 120.000 ejemplares vendidos solo en España, hay "una historia de familias"; en la segunda, Los buenos suicidas (2012), aborda las relaciones laborales, el mundo del trabajo.

Y en esta tercera narra "el amor, el desamor, los límites de las amistad" y añade: "El gran drama de los amantes es que hay gente que no sabe querer o no acepta que no la quieren".

Piensa el autor que Los amantes de Hiroshima es su mejor novela de las tres, no sólo por el aprendizaje acumulado, sino por la arquitectura narrativa, en la que mueve a los personajes en dos planos temporales, 2004 y 2011, que permite trasladar al lector la evolución y los cambios de Barcelona en siete años.

"En 2004, estábamos con el Fórum Universal de las Culturas, y en 2011 ya comenzaba la crisis económica, aunque los gobernantes quisieran negarlo, que motivó el movimiento de los indignados".

Bebés robados

Otra de las subtramas de este último libro es el tema de los bebés robados, que a Hill le parece "emocionalmente horroroso" y que es "una muestra de impunidad de ciertas clases y sectores de la sociedad bastante indecente".

Para Hill, la geografía de la ciudad es un escenario en el que suceden las acciones y por donde se mueven los personajes, consciente de que no intentaba retratar la ciudad ni tenía "la intención de hacer la gran novela de Barcelona", aunque advierte de que "esta novela en Madrid sería muy diferente".

Toni Hill no descarta retomar la serie en el futuro, porque le ha cogido cariño a Héctor Salgado y a otros personajes, pero en el presente no quería escribir una serie larga de su inspector, porque "como lector" se aburre.

Confiesa que le encantaría seguir en la "novela de misterio", aunque, precisa, "un misterio menos policial, un suspense sin investigador, sea policía, abogado o periodista".

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