Alrededor de 350 profesionales del Servicio Navarro de Salud han participado en los 15 talleres de adiestramiento para actuación ante eventuales casos de ébola que ya han tenido lugar, dentro del programa puesto en marcha por el Gobierno de Navarra el pasado 15 de octubre.

El objetivo de las sesiones es que los profesionales conozcan los aspectos epidemiológicos de la enfermedad, adquieran adiestramiento en el uso correcto de los equipos de protección individual, así como en el protocolo de actuación ante sospecha de casos de ébola, ha informado el Gobierno foral en una nota.

En los talleres celebrados se ha formado a profesionales de Atención Primaria, del Hospital García Orcoyen de Estella, del Hospital Reina Sofía de Tudela, personal de Enfermería del CHN, del Servicio de Urgencias Extrahospitalarias y ambulancias externas, del pabellón E2º del CHN y de limpieza. Además se han celebrado cinco sesiones informativas generales en el Hospital Reina Sofía, Hospital García Orcoyen, Colegio de Médicos y CHN (2).

El programa de formación prevé la realización, en una primera fase hasta el 13 de noviembre, de un total de 36 talleres para formadores, que a su vez se encargarán, en una segunda fase, del adiestramiento de los miembros de sus respectivos equipos en los diferentes ámbitos de actuación.

Equipos de protección individual

El Departamento de Salud ha distribuido hasta el momento un total de 600 equipos de protección individual (EPI) para protocolo de virus ébola en Atención Primaria, Hospital García Orcoyen de Estella, Hospital Reina Sofía de Tudela y Complejo Hospitalario de Navarra.

Los EPI se componen de un traje de protección desechable con calza incorporada o traje de protección desechable y calzas largas de protección; guantes de nitrilo desechables, de puño largo, sin polvo; mascarilla de protección respiratoria FFP2; gafas de protección frente a salpicaduras; y gorro quirúrgico. Y para la desinfección de manos y suelas de calzado se utiliza lejía, solución hidroalcohólica; y un empapador o similar.

La colocación y retirada del equipo de protección individual consta de varios pasos que deben ser cumplidos estrictamente y que deben ser vigilados por un supervisor que se asegurará de que se hacen en el orden correcto.

La puesta del equipo comienza con la colocación del gorro quirúrgico, las calzas y el primer par de guantes. A continuación se coloca el traje, el segundo par de guantes y la mascarilla, adaptándola a la forma de la nariz y al contorno de la cara. Por último, se colocan las gafas de protección por encima de la mascarilla, se sube la capucha del traje y se termina de subir completamente la cremallera. El procedimiento termina comprobando que el EPI permite libertad de movimientos y con la revisión por parte de un compañero o supervisor para asegurarse de que no queda ninguna zona expuesta.

La retirada supone un momento más crítico, ha añadido el Ejecutivo. Comienza con un primer lavado de manos y la retirada del traje, primero las solapas, después la cremallera, posteriormente la capucha con cuidado de tocar únicamente la parte externa y a continuación se retira el traje por la espalda, deslizándolo por las rodillas y llegando hasta la cintura. Se realiza entonces una segunda higiene de manos para pasar a quitar el guante exterior.

Se desliza el buzo por las rodillas hasta los tobillos, se sueltan y se quitan las calzas y se retiran junto con el resto del traje. Por último se quitan las gafas, la mascarilla y el gorro quirúrgico. Se sale de la habitación pisando sobre un empapador con solución desinfectante, se quitan los guantes y se vuelve a realizar otro lavado de manos.