La Asociación de Ayuda al Drogodependiente (ACLAD) de Castilla y León, en la celebración de su 35 aniversario, ha alertado y mostrado su especial "preocupación" ante el importante crecimiento del consumo de cannabis entre la población y, sobre todo, por las graves patologías mentales asociadas a la ingesta de dicha sustancia, fundamentalmente como consecuencia de la manipulación genética del THC, su principal constituyente psicoactivo.

Pese al tono festivo de los 35 años de vida de ACLAD en Castilla y León, efeméride que se ha celebrado hoy en Valladolid con una paellada y un acto previo institucional con participación, entre otros, de los consejeros de Sanidad y Familia e Igualdad de Oportunidades, Antonio María Sáez Aguado y Milagros Marcos, respectivamente, y del presidente de Cáritas Española, Rafael Luis del Río, responsables de la asociación han aprovechado el momento para mandar un mensaje de alarma respecto del aumento en el consumo de cannabis, "que ha traspasado ya la barrera del ocio", tal y como ha advertido el vicepresidente, Luis Iglesias.

"Nos preocupa mucho que además se banalice con esta droga y, por parte de algunas asociaciones, se diga que es inofensiva", ha apuntado Iglesias, quien, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha explicado que en la actualidad el Hospital Clínico Universitario cuenta con entre cuatro y seis camas con continuos ingresos por psicosis cannábica, ya que se trata de una sustancia que multiplica por cinco el riesgo de sufrir una trastorno psicótico.

Un porro quince veces más potente

A ello obedece la manipulación genética de las semillas de cannabis (THC) con el fin de multiplicar su potencia, hasta el punto de que, tal y como ha asegurado, "un vulgar porro es hoy entre diez y quince veces más potente que el que se fumaba hace diez años, y eso es incontrolable", como demuestra el hecho de que ACLAD contabiliza en la actualidad un 18 por ciento más de peticiones de tratamiento que hace cuatro años, superando incluso las solicitudes de admisión para ser deshabituados de la heroína.

En este sentido, la técnico de ACLAD Sonia Martín ha recordado que el cannabis era antaño una droga secundaria, de forma que cuando un paciente se ponía en contacto con la asociación su principal objetivo era deshabituarse de la heroína, no así de la anterior por entender que no le causaba problema alguno. "Ahora, en cambio, nos piden que les ayudemos a dejar el cannabis porque les está generando problemas familiares muy graves", indica la experta.

Ese cambio en los consumos de sustancias y forma de tomarlas, con la heroína administrada por vía parenteral en una primera época a la que siguieron la cocaína, las drogas de diseño y, con mucha fuerza, el cannabis y el alcohol, es lo que ha llevado a ACLAD a adaptarse a los tiempos y a ofrecer hoy en día un tratamiento profesionalizado, gracias a los distintos centros con que cuenta en Valladolid, Burgos, León y Palencia y a una plantilla de medio centenar de técnicos, todo ello con un presupuesto global de 1.300.000 euros.

En esa labor asistencial, ACLAD, que este año ha atendido a un total de 17.000 personas, desarrolla inicialmente una tarea preventiva, con asistencia incluso a macrofiestas y botellones para advertir, a través de jóvenes previamente formados, sobre los riesgos del consumo de sustancias tóxicas y, en un segunda fase, programas asistenciales dirigidos tanto a la deshabituación como al tratamiento psicológico y social.

Los mismos fines

"Llevamos desde el 79 siendo una asociación referente en esta materia cuyos fines, a pesar del proceso de adaptación a los nuevos cambios, siguen siendo los mismos: promover el bienestar y la calidad de las personas en riesgo de exclusión social, en especial por consumo de drogas, jóvenes, mujeres y enfermos de VIH, así como facilitar su reinserción social y laboral", ha defendido Luis Iglesias, quien ha lamentado el recorte del 25 por ciento de las ayudas sufrido desde 2010.

Entre las autoridades invitadas a su 35 aniversario, los consejeros de Sanidad y de Familia e Igualdad de Oportunidades, Antonio María Sáez y Milagros Marcos, respectivamente, así como el presidente de Cáritas Española, Rafael Luis del Río, han tributado un reconocimiento a ACLAD por la labor desarrollada hasta la fecha para lo que el último de ellos ha tildado de auténtica "epidemia".

En el caso de Marcos, la consejera ha puesto también el acento en el incremento del consumo de alcohol entre los jóvenes y ha subrayado la labor preventiva que se realiza desde la Administración regional mediante programas centrados en alumnos de entre 5º de Primaria y el último curso de la ESO, con un total de 17.500 beneficiarios este año, sus familias y, ya fuera del entorno escolar, mediante las asociaciones juveniles, las redes sociales y asociaciones deportivas.