El ascenso del Valladolid a Primera, bien merece un buen baño en Zorrilla

La marea blanquivioleta siguió el encuentro con los cascos de la radio en la plaza de Zorrilla

¡Que bote Zorrilla! ¡Alé, Pucela, alé, alé! ¡Campeones, campeones! ¡A Primera, oe!... No había cánticos suficientes para mostrar la alegría que desbordaba la afición vallisoletana por conseguir matemáticamente el regreso a la Liga de las Estrellas.

Dos horas antes de que comenzara el partido, los primeros aficionados empezaron a agolparse a los pies de la estatua de José Zorrilla, bien pertrechados de cascos para seguirlo por la radio y con la vestimenta oficial: la camiseta blanquivioletas (alguno se llevó el bañador).

La terraza del bar Sol fue el epicentro desde el que se siguió el encuentro, ya que la emisora Europa FM instaló allí su unidad móvil con altavoces que permitían a todos oír el desarrollo del partido de Tenerife.

No habían pasado más de 30 minutos de las siete cuando llegó el primer gol y la plaza de Zorrilla explotó. Pero la celebración fue comedida. Sabían que un tanto de los tinerfeños podía truncar el ascenso y no querían gafarlo.

Pero sin duda la fiesta explotó con el tanto de Manchev y una decena de chavales de unos 20 años se tiraron literalmente a la fuente de Zorrilla. Y les siguieron varias decenas más cuando pitó el final del partido.

Las calles que rodean a la plaza eran una procesión de aficionados que celebraron el ascenso hasta entrada la noche. Algunos se pasaron de fiesta y destrozaron las luces de la fuente y un semáforo. Pero la inmensa mayoría se comportó.

Y sigue la fiesta:

18.00 Los jugadores llegan al AC Santa Ana, donde cogen el barco Leyenda de Pisuerga.

19.00 Llegada a la playa de las Moreras.

20.00 Recepción en el Ayuntamiento y saludo desde el balcón.

21.30 Plaza de Zorrilla.

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