Sin embargo, el esfuerzo se hizo patente y algunos alicantinos tuvieron que ser atendidos por lipotimias, caídas y rozaduras en los pies que no alteraron la marcha. La oficina de denuncias apenas tuvo trabajo.

La peregrinación recorrió a buena marcha los siete kilómetros que separan la concatedral del monasterio de la Santa Faz en una hora y  media, amenizados por las collas de dolçainers San Blas y Els Conills, para llegar en torno a las 10.00 horas a las puertas del templo de la Santa Faz.

Una vez allí, como manda la tradición, se procedió a la apertura del sagrario en el que se guarda la Sagrada Reliquia, para  trasladarla al altar levantado en el exterior de la fachada principal del edificio.

Tras la misa oficiada por el párroco saliente, Elías Juan Ibáñez (que se despide del monasterio de Santa Faz), y que contó con la actuación de la Coral Tabaquera, la reliquia fue devuelta al camarín, donde los peregrinos pueden verla durante todo el día.

Seguridad a raudales

Para velar por el buen desarrollo de la jornada, el Ayuntamiento desplegó un dispositivo especial de seguridad que constó de un total de 400 efectivos, compuesto por 244 agentes de Policía Local, una dotación de bomberos, 150 miembros de Protección Civil, además de los efectivos médicos y miembros de los cuerpos de Policía Nacional y Autonómica.

Asimismo, la Concejalía de Fiestas repartió unas 14.000 cañas y 14.000 sombreros para los peregrinos, que lucieron el tradicional blusón negro y el pañuelo blanquiazul, ayudados por los bastones de caña, de los que se repartieron 10.000.

El Ayuntamiento de Alicante también ayudó a reponer las fuerzas de los romeros mediante el reparto en distintos puntos del camino de unos 4.500 kilogramos de rollos de anís, 3.500 litros de mistela y otros 1.500 de cantueso.

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La otra romería llega a Murcia

Muchos alicantinos decidieron pasar de la romería oficial y se fueron a pasar el día a Murcia, con más inclinación consumista que religiosa. Aunque no se produjeron las retenciones del año pasado para acceder, había mucha presencia de alicantinos tanto en Ikea como en Murcia capital, donde ayer no era festivo y hubo tráfico lento a la altura de Elche.