El presidente rumano, Traian Basescu, fue suspendido de sus funciones por el Parlamento en Bucarest, tras un procedimiento iniciado por la oposición ultranacionalista y socialdemócrata que le acusa de supuestas violaciones de la Constitución.

Con 322 votos a favor, 108 en contra y 10 abstenciones, Basescu fue suspendido de su cargo por un período inicial de un mes, aunque se espera que el presidente presente en las próximas horas su dimisión, lo que hará necesario la convocatoria de nuevas elecciones en tres meses.

El jefe de los socialdemócratas y ex ministro de Exteriores, Mircea Geoana, dijo que la votación de hoy es una "victoria de la democracia" y afirmó que Basescu representa "un proyecto político que ha fracasado. "Es incapaz de llevar el país adelante".

El Tribunal Constitucional (TC) dictaminó ayer en una decisión consultiva que Basescu no violó la Constitución y que no cometió ningún abuso contra las instituciones del Estado, los derechos humanos, ni actos de alta traición.

El presidente, que hoy no asistió a la sesión parlamentaria por considerarla un "abuso constitucional", hizo anoche un llamamiento "a la razón" y subrayó que la suspensión del presidente afectará al futuro democrático del país.

Adelantó que en caso de ser suspendido dimitirá, lo que provocará la convocatoria de elecciones presidenciales anticipadas.

Referéndum en un mes

Tras esta suspensión, la Constitución prevé un referéndum dentro de un mes sobre su destitución definitiva, mientras que si dimite deberán celebrarse nuevas elecciones en un período de tres meses.

La suspensión del presidente fue solicitada por 182 senadores y diputados del Partido Social Demócrata (PSD), el Partido Rumanía Grande (PRM) y el Partido Conservador (PC).

Los liberales y los magiares en el gobierno dijeron que iban a votar "según su conciencia", mientras que el Partido Demócrata y el disidente Liberal demócrata apoyaron abiertamente al presidente.

El político más popular

Basescu que venció en las elecciones de 2004 con un programa de lucha anticorrupción y por una clase política libre de comunistas y de la Securitate (antigua policía del régimen de Ceaucescu), es el más popular político rumano, con un apoyo del 40 por ciento del electorado.

Rumanía, país ex comunista de 22 millones de habitantes, entró en la Unión Europea (UE) hace apenas tres meses bajo condiciones, impuestas por Bruselas, como intensificar la lucha contra la corrupción y reformar su sistema judicial.