El Gobierno ucraniano y los separatistas prorrusos reforzaron este sábado el alto el fuego con la firma de un memorando de paz, aunque aplazaron las negociaciones sobre el autogobierno para las zonas controladas por los rebeldes.

"Primero, el cese del uso de las armas por ambos bandos. Segundo, mantenimiento de las posiciones de las unidades militares y grupos armados a 19 de septiembre", anunció Leonid Kuchma, expresidente ucraniano y representante de Kiev en las negociaciones de Minsk.

Y añadió: "Tercero, prohibición del uso de cualquier clase de armamento y de la puesta en marcha de acciones ofensivas".

"El memorándum contempla el repliegue de las armas de gran calibre no menos de 15 kilómetros. De esta forma, se crea una zona de seguridad de más de 30 kilómetros de ancho", señaló tras siete horas de negociaciones en un hotel de la capital bielorrusa.

Kiev y los insurgentes también acordaron el desminado de la zona de conflicto y la prohibición de la colocación de nuevas minas, y prohibieron el uso de armamento pesado en las inmediaciones de las poblaciones.

"Se ha introducido la prohibición de los vuelos de la aviación militar, lo que incluye a los aviones letales no tripulados, con la salvedad de los aparatos de la OSCE. También se prohíbe el uso de aparatos no tripulados extranjeros", precisó.

Kuchma destacó que Kiev también arrancó en la capital bielorrusa el acuerdo para "la retirada del territorio ucraniano de todos los grupos armados extranjeros".

"También contempla la retirada de todos los llamados mercenarios", explicó, en clara alusión a los voluntarios llegados de la vecina Rusia.

Y destacó que la Organización para a Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) desplegará observadores "a lo largo de toda la frontera ruso-ucraniana", punto de entrada de armamento y refuerzos para los milicianos, según Kiev.

Kuchma reconoció que la tregua acordada el pasado 5 de septiembre en la capital bielorrusa fue violada en varias ocasiones, sin apuntar a nadie.

"Hubo violaciones. Hoy le hemos puesto punto y final (al alto el fuego). (Ambos) Retiraremos las tropas a una distancia de 30 kilómetros, lo que garantizará la seguridad", resaltó.

El emisario ruso en Minsk, Mijaíl Zurabov, embajador en Ucrania, aseguró que los acuerdos "comenzarán a aplicarse dentro de 24 horas".

"La desescalada del conflicto ha comenzado. Hemos acordado la línea de separación entre las partes en conflicto. Esto ha permitido acordar el repliegue del armamento pesado", afirmó.

En cuanto a la ley de autogobierno aprobada esta semana por la Rada Suprema (legislativo ucraniano), las partes acordaron aplazar la discusión de este asunto.

"Este es un asunto para futuras negociaciones. Ellos tienen su opinión y nosotros la nuestra. El estatus especial sólo podrá ser abordado después de que la correspondiente ley sea aprobada", aseguró Alexandr Zajárchenko, líder de la autoproclamada república popular de Donetsk.

El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, aún no ha promulgado dicha ley, aunque se mostró dispuesto a otorgar toda clase de competencias a los separatistas prorrusos, siempre que permanezcan en el seno de un Estado unitario.