La Policía Judicial ha notificado a las ocho de la mañana de este viernes a los usuarios y habitantes de la casa 'okupada' Ramiro de Ledesma que debían abandonar el edificio, 'okupado' por jóvenes de ideología de extrema derecha, sin que se hayan registrado incidentes.

Según han informado fuentes policiales, el llamado Hogar Social Ramiro Ledesma, ubicado en la calle Juan de Olías del barrio de Tetuán, estaba ocupado por pocas personas en el momento del desalojo y éstos no han ofrecido resistencia ante los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP)  que lo han ejecutado por orden judicial.

Uno de los portavoces del centro ocupado ha asegurado a 2ominutos.es que ya se esperaban el desalojo, que insisten, se está produciendo "de forma pacífica y tranquila". "Nos estamos llevando las cosas y lo que no podamos llevarnos se lo llevará la Policía Municipal a un depósito, hasta que podamos ir a buscarlo".

Según el portavoz a las ocho de la mañana ha llamado a la puerta la comisión judicial, acompañada del abogado de los empresarios chinos propietarios del edificio y les han comunicado la orden de desalojo "que no ha respetado el período de 3 a 5 días que hay para recurrir, no lo han hecho bien en ese sentido".

Sin embargo, los promotores del Hogar Social anuncian que no se rendirán y que ocuparán otro edificio. "Nos tomaremos unos días para pensar tranquilamente, pero para el mes que viene estaremos en otro edificio", aseguran.

Los 'okupas' también han denucniado también que la Policía ha vulnerado sus derechos, ya que se les ha impedido interponer un recurso contra el desalojo (el plazo aún no ha terminado). En un comunicado, el colectivo se ha quejado de que los agentes han tirado la puerta abajo "mientras dormían tres personas sin techo, una de ellas un anciano" y les han echado en cinco minutos sin darles ningún papel. "Han tratado como una mierda a las personas necesitadas que vivían dentro", recoge el escrito.

Uno de los 'okupas' ha explicado también que este jueves les llegó una entrega de 400 kilos de comida destinada a la ayuda de personas necesitadas. "Todo ha sido por sorpresa. Es una artimaña. La idea era que había un plazo de 15 días. Sorprende la rapidez del desalojo cuando en Madrid hay muchísimas casas ocupadas en las que no se actúa de esta manera", ha criticado.