Una embarcación con unos 250 emigrantes naufragó este domingo cerca de las costas libias cuando intentaba cruzar el Mediterráneo hacia Europa, según confirmó el portavoz de las Fuerzas Navales libias, Ayub Qasem.

Hasta el momento solo 36 personas han sido rescatadas y se teme que muchos de los emigrantes hayan fallecido.

Entre los supervivientes hay tres mujeres, una de ellas embarazadas, y 33 hombres, según el portavoz de la Marina libia que indicó que, según las informaciones de que dispone, hubo una explosión en la barca antes de que esta se hundiera, a unos 18 kilómetros de la costa.

Según su relato, los servicios de Guardacostas prosiguen las operaciones de búsqueda y de rescate del resto de los desaparecidos en el lugar del naufragio.

Qasem agregó que un grupo de pescadores dio la voz de alerta tras descubrir varias decenas de cadáveres flotando, que fueron sacados del agua.

Según el portavoz libio, el flete de embarcaciones cargadas de inmigrantes que quieren alcanzar las costas europeas se ha disparado en los últimos días antes de que comience el otoño y las condiciones del mar y del viento empeoren.

Asimismo, insistió en que las Fuerzas Navales libias no tienen los medios necesarios para el seguimiento y la contención de los inmigrantes de manera precisa y continuada.

El responsable libio explicó que estas personas suelen embarcarse en naves en malas condiciones en un número muy superior al de la capacidad de las barcas, debido a la "codicia de las mafias del mar"

Otro episodio trágico en estas aguas, donde a finales de agosto, guardacostas libios encontraron los restos de una embarcación rudimentaria en que viajaban unos 300 inmigrantes africanos.

La mayoría de los inmigrantes eran de distintos países africanos y, entonces y como viene siendo habitual, tenían Italia como destino final de los inmigrantes.

La guardia costera rescató entonces a 16 personas con vida (algunos eran niños), mientras que el resto de los cerca de 300 inmigrantes que iban en el barco permanecieron desaparecidas.