Ni tacones ni estrés y dieta mediterránea

La Princesa puede viajar, aunque ello puede acrecentar los síntomas del embarazo: más sueño, mareos y náuseas
De pie, pasando revista a las tropas con el Príncipe.
De pie, pasando revista a las tropas con el Príncipe.
M. T. Diez / Efe
De pie, pasando revista a las tropas con el Príncipe.
La vida de la Princesa no tiene por qué alterarse por su embarazo, al menos no más de lo normal: en principio, puede mantener su agenda oficial, siempre que no sea excesiva. Deberá, eso sí, controlar la alimentación y el estrés y evitar espacios con humo. También tendrá que convivir con síntomas como somnolencia, cansancio o vómitos. Éstas son las recomendaciones de los médicos:
 
Alimentación: El ginecólogo Francisco Lam explica que tiene que ser variada, a base de verduras, pescados, arroces y pasta y evitar las grasas y los embutidos. Lo normal sería que la Princesa engordara un kilo cada mes.
 
Deporte: Hay médicos que permiten la natación o el golf; otros dicen que no son convenientes.
 
Calzado: No debe usarse tacón alto, ya que es difícil mantener el equilibrio. Ayer, Doña Letizia lucía unos de ocho a diez centímetros.
 
Viajes: Podrá viajar, aunque es aconsejable que no haga viajes transoceánicos a partir de los seis meses. En coche debería ocupar el asiento trasero, pero el domingo viajaba en el delantero.
 
Pruebas: A las 15 semanas se puede saber el sexo del bebé. La amniocentesis podrá descartar una malformación.
 
Difícil control por los viajes
 
Uno de los inconvenientes de tanto viaje es que Doña Letizia  tendrá difícil controlar su alimentación para no ganar un peso excesivo ni tampoco lo contrario. Por ejemplo, el menú del almuerzo de ayer en Palma de Mallorca tenía platos poco aconsejables, como
foie-gras. Como ocurre con todas las mujeres embarazadas, la Princesa deberá  vigilar el consumo de sal para evitar que le suba la tensión; no deberá beber alcohol, y, en general, deberá llevar una vida más relajada.
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