Pimem ha celebrado este jueves que el conseller de Turismo, Jaime Martínez, haya anunciado que se va a retirar del Reglamento de la Ley de Turismo la necesidad de contar con el beneplácito los vecinos para alquilar su vivienda y la limitación de antigüedad.

En un comunicado, la entidad ha recordado que en las alegaciones que presentó sostenía que "es un contrasentido limitar esta opción a inmuebles unifamiliares aislados construidos antes de 1960", así como la pretensión de que se deba contar con el visto bueno expreso de la comunidad y de vecinos.

En cuanto a la regulación de comercialización de las estancias turísticas, Pimem sostiene que el alquiler residencial no debe estar regulado en una norma turística "siempre que se realice por particulares, ni aunque se trate de un alquiler por un periodo breve de tiempo. "Para regular esta figura ya existe la Ley de Arrendamientos Urbanos con su apartado de alquiler de temporada", explica.

Pimem también pedía que se incluya una concreción del significado del artículo 49 de la Ley 8/2012, "de manera que el alquiler de una vivienda que no conlleve la prestación de ningún servicio adicional al propio alquiler, debería quedar al margen del reglamento, con independencia de si es comercializado por el particular a través de una inmobiliaria o de un portal de Internet.

"Distinto es el caso en el que un propietario quiera profesionalizar y regularizar esta actividad, ofreciendo como valor añadido servicios accesorios y en cuyo caso sí que cabría la entrada en consideración de una regulación turística tal y como se propone en el artículo 105 de este reglamento".

"No es conveniente crear nuevas limitaciones a una actividad cuya realidad constatada a través de múltiples estudios ya refleja lo positivo que resulta para toda la oferta complementaria", argumenta Pimem en las alegaciones donde también apunta a que la posibilidad del alquiler residencial de una segunda residencia supone un auge dinamizador y desestacionalizador.