«Hace meses que tenemos completo el restaurante para ese día», explican en el hotel Domine, de Bilbao. Algunas empresas, incluso, se han visto desbordadas. «Hemos recibido una cantidad inusual de llamadas», señala Javier Mendieta, de la empresa de organización integral de bodas Liberty66. En su caso tienen cuatro enlaces, el doble de lo habitual.

Aparte de que julio es el mes en el que se celebran más matrimonios en Vizcaya, 762 el año pasado, el hecho de que este año el siete caiga en sábado ha favorecido considerablemente este fenómeno. El año que viene, por ejemplo, el 8-8-08 será viernes, lo que también facilitaría la demanda de los amantes de este número. Sin embargo, en 2006 no ocurrió lo mismo, ya que el 6 de junio fue martes y la relación de juntar tres seises (número del diablo) el día de su boda puede asustar al menor de los supersticiosos.

Además, el siete es el número de la magia y del misterio por excelencia:  en siete días creó Dios la Tierra, siete mares, las siete maravillas, siete pecados capitales, los siete infiernos de Dante...

«Es nuestro número de la suerte»

Chusa Martínez-Garín es una joven bilbaína de 28 años que ha decidido casarse el próximo 7 de julio. La razón de elegir esa fecha la tiene clara: es el 7 del 7 de 2007. «Teníamos pensado casarnos en septiembre, pero el siete caía en viernes y preferíamos el sábado; luego nos dimos cuenta de que en julio caía en sábado y no lo dudamos», dice.

Que se iban a casar en día 7 lo tenían claro desde el principio: «Es nuestro número de la suerte». A Chusa le sorprendió que, incluso con mucha anticipación, encontrasen competencia en la iglesia y en restaurante. «Lo miramos año y medio antes y ya tenían bodas previstas».