El retorno de las vacaciones y el inicio de la actividad escolar, que este año se adelanta al 3 de septiembre, una semana antes de lo habitual, hará que la densidad del tráfico aumente hasta un 56% en algunas de las principales vías de la ciudad.

Esta circunstancia, unida a las grandes obras que se desarrollan en Valencia, dificultará la circulación en varias zonas, por lo que será mejor evitarlas para no quedar envueltos en algún atasco.

Y es que, según la Oficina de Coordinación de Obras de Valencia (www.ocoval.es), actualmente hay abiertas 51 zanjas y catas por diferentes calles, casi el doble de las 29 que hubo en septiembre de 2013.

Aunque en muchos casos se trata de pequeños trabajos para la instalación o renovación de servicios como luz, gas o agua, en otros suponen la reducción de carriles de circulación en grandes avenidas con altas densidades de tráfico rodado.

Es el caso, por ejemplo, de la calle Guillem de Castro, donde el Ayuntamiento está instalando una nueva tubería arterial de agua. Allí, a la altura de las Torres de Quart, los cuatro carriles de circulación se reducen a dos por los trabajos en una vía en la que el tráfico creció el año pasado un 56% en septiembre.

Lo mismo sucede en la transitada gran vía Fernando el Católico, a la altura de la calle Cuenca, donde las obras de renovación de tuberías han dejado inutilizado el carril-bus. Allí, la circulación subió en 2013 un 49%.

El barrio de Nou Moles es otro de los más afectados por las obras, ya que el Consistorio está ejecutando un ambicioso proyecto de renovación y mejora en las redes de abastecimiento de agua potable.

El plan, iniciado en el mes de junio, cuenta con un plazo de finalización de aproximadamente cinco meses, y afecta a calles como Salvador Ferrandis Luna, Poeta Alberola, Linares, así como a varios tramos de la avenida del Cid y la avenida Pérez Galdós, donde el tráfico subió un 38% y un 37,8% respectivamente.