Mark Zuckerberg demuestra que va en serio con el proyecto de realidad virtual Oculus Rift y de ahí que quiera eliminar cualquier vulnerabilidad existente que se encuentre en el sistema del casco.

Facebook compró Oculus Rift a principios de 2014 por 2.000 millones de dólares y pagará 500 dólares, como mínimo, a aquel que encuentre fallos y avise a la empresa. La cuantía dependerá de la gravedad de las vulnerabilidades, aunque no se ha especificado cuál será el máximo.

Actualmente, los investigadores siguen trabajando en el proyecto del casco Oculus Rift y tratan de tener el proyecto listo para ofrecérselo a los consumidores lo antes posible.

Este es el primer producto de hardware de Facebook, un nuevo tipo de dispositivo con una interfaz muy diferente que funciona como un software. Aún no ha sido probado a gran escala.

Si Facebook y Oculus logran su objetivo final, será conectado a millones de ordenadores de todo el mundo. Pero, por ahora, lo principal marcado por el equipo desarrollador es localizar y solventar los fallos.