Freire dice que el mal no está tanto en el daño infligido, sino en cómo se percibe "que eso es perverso"

La escritora Espido Freire ha impartido este lunes en los Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) en San Sebastián uno sobre personas tóxicas y ha reflexionado sobre el hecho de que "el mal no se encuentra tanto en el daño que nos han infligido, sino en la manera en que percibimos que eso es perverso".

La escritora Espido Freire ha impartido este lunes en los Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) en San Sebastián uno sobre personas tóxicas y ha reflexionado sobre el hecho de que "el mal no se encuentra tanto en el daño que nos han infligido, sino en la manera en que percibimos que eso es perverso".

Freire ha inaugurado el curso 'Los malos del cuento: cómo sobrevivir a las personas tóxicas', y ha analizado los diferentes tipos de héroes descritos en la tradición literaria "porque, generalmente, los diferentes monstruos a los que nos enfrentamos en la realidad son héroes deformados".

La escritora ha explicado que el lenguaje a nivel individual y colectivo "ordena nuestros pensamientos y sirve para explicar muchos de los conflictos familiares o sociales que surgen en diferentes momentos de nuestras vidas".

A su juicio, "el mal no se encuentra tanto en el daño que nos han infligido, sino en la manera en que percibimos que eso es perverso o no". "Es decir, podemos disculpar muchas cosas si nuestra moral nos dice que es permisible, que se puede perdonar o ha sido inconsciente", ha afirmado.

En este sentido, ha opinado que, "dependiendo de lo arraigadas que estén estas referencias, aceptaremos más o menos tiempo una situación en la que estamos en clara desventaja". Además, ha incidido en que "hay que tener en cuenta el sistema comunicacional por el cual una idea o mensaje es concebida por un cerebro para ser recibida por otro".

También ha defendido que la sociedad actual es "absolutamente proteica y cambiante" y, "a diferencia de hace cincuenta años, ahora los movimientos sociales duran apenas cinco o diez años y somos un sociedad que se ha adaptado a una pluralidad, a diferentes movimientos religiosos; se ha modificado la visión sobre el papel de las personas con discapacidad o el de las propias mujeres".

Ejes de conflicto

Según Freire, son sobre estos puntos "donde la sociedad no evoluciona de la misma manera y se convierten en ejes de conflicto", en los cuales se dan "psicópatas que van a querer cambiar o influir en nuestro pensamiento".

"En el pasado, la sociedad avanzaba más lentamente y en una sociedad tan cambiante como la nuestra, hay que estar atentos", ha afirmado, para añadir que "es en este punto donde hay que preguntarse quién y con qué interés nos manda determinados mensajes".

Finalmente, ha apuntado que, "para detectar un mensaje tóxico", hay que "entenderlo bien, conocer todas las interferencias que nos alejan de lo que nos están diciendo y, finalmente, saber quiénes somos nosotros mismos".

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