Kimi Raikkonen (Ferrari), segundo en el Mundial de Fórmula Uno, ha afirmado que competir en el Gran Premio de Malasia, en el que acabó tercero con un motor limitado en su potencia y con temor a no acabar, fue como "jugar al fútbol pensando sólo en amarrar el empate a cero".

Al recordar la carrera de Sepang, Raikkonen reconoció que la merma de potencia alteró todos los planes del equipo: "Nos puso en una situación en la que no queríamos estar. Tuvimos que estar siempre en el lado conservador y no pudimos aplicar otros factores técnicos como habríamos hecho en una situación normal".

"Yo siempre quiero luchar por la victoria y por eso me sentí un poco decepcionado y vacío por dentro al tener que correr sólo para acabar. Era como jugar al fútbol pensando sólo en amarrar el empate a cero", aseguró el finlandés en declaraciones a Ferrari.

El escandinavo se mostró convencido de que en el Gran Premio de Bahrein su equipo recuperará el dominio que exhibió en Australia: "Tendremos un motor nuevo y esto me hace ser muy optimista. Cuando dispongamos de un conjunto al cien por cien volveremos a tener la misma velocidad que en Melbourne".

"Sólo espero que estemos en una mejor forma que el pasado domingo. El equipo está haciendo todo lo posible para devolvernos la velocidad ganadora", señaló Kimi.