El 3 de abril de 2004, el jefe de la sección de Actuaciones Especiales de la Policía Científica —agente 17.597— acudió al piso de la calle Martín Gaite 40 de Leganés (Madrid).
Su objeto era mantenerse a la espera del desarrollo de los hechos, para una posterior revisión ocular.
"Tras la explosión, primero entraron los Tedax ante la posibilidad de que hubiera explosivos (...), después entramos nosotros para inspeccionar la zona", afirma el agente 17.597.
Restos esparcidos
Como ya destacasen otros agentes en declaraciones anteriores, lo que más llamaba la atención al entrar en la vivienda eran los restos humanos.
"Encontramos restos humanos esparcidos en toda la zona, papeles, efectos ordinarios y restos de explosivos de Goma 2 —según le dijeron los Tedax—", asegura el agente, que ha explicado que se reseñaron todos los efectos.
Armas, un ordenador destrozado, una memoria externa —pendrive—, gorros, ropa, cintas de cassette, cartuchos etc. todo fue fotografiado y registrado, según ha narrado el agente.
Revisión de la Kangoo
El agente también fue comisionado para acudir a Alcalá de Henares (Madrid) cuando apareció la Kangoo.
"La relacionamos con los atentados cuando apareció una cinta en árabe", asegura.
Aunque aparecieron tarjetas en el salpicadero, el agente asegura que eran comerciales y no tenían importancia aparente.
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