Comienza el juicio contra el comando Donosti desarticulado en 2005

  • Son cinco etarras, para los que se piden 29 y 26 años.
  • Acusados de pertenencia a banda armada, tenencia de armas y explosivos y falsificación de documentos.
  • Vivieron en la última década a caballo entre España y Francia.

La Audiencia Nacional comienza a juzgar hoy a cinco presuntos miembros del comando Donosti de ETA, desarticulado en 2005, para los que el fiscal pide penas de 29 y 26 años de cárcel por delitos de pertenencia a banda armada, depósito de armas, tenencia de explosivos y falsificación de documentos.

En el juicio, el fiscal solicitará 29 años de prisión para Igor Gonzalez Sola, Carmelo Laucirica Orive y para Iker Olabarrieta Colorado, quién también formó parte del comando Urbasa de la organización terrorista, que prestaba apoyo al comando Vizcaya.

Olabarrieta, Laucirica y González -detenidos el 25 de marzo de 2005 en San Sebastián- están acusados de pertenencia a banda armada, tenencia de armas y explosivos y falsificación de documentos, mientras que Marta Igarriz Iceta -arrestada días después- y Jon Koldobika Garmendia -entregado por Francia en enero de 2006- se enfrentan a una petición de 26 años de cárcel por los mismos delitos, salvo el de falsificación.

Según el escrito del fiscal, Iker Olabarrieta abandonó España en septiembre de 2002, tras la muerte de los integrantes de ese comando Vizcaya al explotar el explosivo que llevaban en un vehículo alquilado, y huyó a Francia, donde recibió un curso de armas y explosivos impartido por otro miembro de la organización terrorista.

Reconstitución del comando Donosti

En febrero de 2004, Olabarrieta recibió la orden de ETA de volver a España en compañía de otros dos terroristas en situación de rebeldía para reconstituir el comando "Donosti" y permanecieron en España, según el fiscal, hasta los atentados del 11 de marzo de 2004, cuando regresaron a Francia.

El comando contó con el apoyo de los otros dos procesados, Marta Igarriz y Jon Koldobika Garmendia -entregado por Francia el 27 de enero del año pasado-, que fueron quienes supuestamente facilitaron alojamiento a los tres anteriores.

Arsenal de explosivos

Olabarrieta volvió a Francia en octubre de 2004, la procesada rebelde al mes siguiente y el segundo procesado también en rebeldía hizo lo propio en enero de 2005, pero antes de su marcha entregó a Marta Igarriz dos mochilas de media montaña, un baúl y una mochila más pequeña cargadas de armas y explosivos, que trasladaron a un garaje de la localidad guipuzcoana de Hernani.

En el garaje, que fue registrado tres meses después, concretamente el 9 de abril, una vez detenidos Olabarrieta, Laucirica, Gónzalez Sola e Igarriz- se encontraron dos subfusiles, cartuchos de Titadine así como varios detonadores y temporizadores.

Expiando al Ejército y a la Guardia Civil

Iker Olabarrieta y Carmelo Laucirica recibieron la orden de ETA de volver a España en enero de 2005 para constituir el comando Amaiur y recabar informaciones sobre miembros del Ejercito destinados en el cuartel de Loyola y de la Guardia Civil en el cuartel de Intxaurrondo de San Sebastián.

Entraron en España en febrero de 2005, se alojaron en San Sebastián y semanas después recogieron en el hipódromo de Lasarte al tercer miembro del comando Amaiur, Igor González Sola.

Un mes después, los tres fueron detenidos en su vivienda de la capital donostiarra en la que se intervinieron pistolas, subfusiles, cargadores y numerosa documentación falsa, como varios carnés militares de la Guardia Civil y de la Ertzaintza.

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