El último tramo de 13,1 kilómetros de la Ronda Exterior de Valladolid (VA-30) se ha abierto este martes al tráfico tras una inversión final de 126 millones de euros y una previsión inicial de un tránsito de más de 12.000 vehículos al día, que podría llegar a puntas de hasta 20.000.

Así lo ha afirmado la ministra de Fomento, Ana Pastor, quien ha inaugurado esta infraestructura, que ha asegurado que es "muy importante" tanto para la Comunidad como para Valladolid, donde se evitarán "aglomeraciones" de tráfico, y su área de influencia.

La titular de Fomento ha señalado que esta infraestructura tiene previsto en un primer periodo que puedan pasar más de 12.000 vehículos, pero habrá "puntas" de 20.000, "lo que va a repercutir sin duda en el Polígono de San Cristóbal pero también en todo el tránsito a través de Valladolid y la provincia".

Pastor ha recordado que se han invertido 124,6 millones de euros, suma a la que ascienden todos los contratos del proyecto y el seguimiento de obra, así como más de 13 millones de expropiaciones.

La ministra ha señalado que era una obra que se ha ejecutado en un marco de restricciones presupuestarias debido a que ha habido que abordar el pago de obras ejecutadas y no pagadas y expropiaciones por importe de 600 millones que estaban pendientes de abonar, por lo que se han priorizado las infraestructuras más importantes como la autovía de León (A-60) en su tramo hasta Villanubla o esta VA-30, abierta seis meses antes de lo programado, para lo que se han anticipado recursos.

Ana Pastor ha incidido en que las infraestructuras "siguen siendo muy importantes", pero cuando "son eficientes y tienen retorno económico y social", por lo que ha insistido en que en Castilla y León se trata de dar prioridad, con los recursos con los que cuentan, a los problemas de la Comunidad, para que crezca, "como lo está haciendo".

Además, ha señalado la "gran área logística" que es Castilla y León por su situación estratégica, que hace que tenga que tener las mejores comunicaciones, forma de la que será una verdadera área logística, de lo que depende parte del empleo.

En la misma línea se ha expresado el consejero de Fomento de Castilla y León, Antonio Silván, quien ha destacado la importancia de estas infraestructuras para la "gran plataforma logística que constituye".

"Ese maridaje del transporte ferroviario y viario es sinónimo de desarrollo y generación de empleo en un momento de dificultad", ha dicho Silván, quien ha agradecido que el Ministerio tenga en cuenta los intereses de la Comunidad.

Cierre de la circunvalación

El nuevo tramo de la VA-30, entre la Autovía del Duero (A-11) y la Autovía de Castilla (A-62), es el tercer y último tramo de esta vía, que completa la nueva circunvalación desde la A-62 en sus puntos kilométricos 114 y 129), de manera que se crea una infraestructura moderna y de alta capacidad para circunvalar Valladolid.

Actualmente, la red viaria de Valladolid presenta una estructura radial formada por varias vías estatales de largo recorrido como la Autovía de Castilla A-62 de Burgos a Portugal, la carretera N-122 de Zaragoza a Portugal y la N-601 de Madrid a León, y carreteras autonómicas como la autovía A-601 a Segovia, la CL-610 a Medina del Campo, la carretera VA-140 a Tórtoles de Esgueva y la carretera VA-113 de Valladolid a Cabezón de Pisuerga.

La nueva ronda VA-30 permitirá separar el tráfico de largo recorrido del resto de la circulación, de manera que disminuirá el tráfico de la actual Ronda Interior VA-20, que cuenta con intersecciones reguladas por semáforos y que repercutirá en una conducción mucho más cómoda, segura y veloz.

Además, contribuirá a mejorar la fluidez de la circulación en las infraestructuras viarias existentes y facilitar la movilidad en el alfoz de Valladolid, lo que beneficiará tanto a sus habitantes como a las actividades de comercio, distribución e industria que se asientan en el entorno en polígonos como el de San Cristóbal o la fábrica de automóviles Renault.

La autovía discurre por los términos municipales de Valladolid, Santovenia de Pisuerga, Cabezón de Pisuerga, Cigales y Fuensaldaña y su trazado comprende la ejecución de tres enlaces completos con Renedo (tipología diamante con glorieta central a nivel con la carretera de Renedo VA-140), Cabezón de Pisuerga (igual que la anterior que enlaza con la VA-113) y con la Autovía de Castilla A-62 (de tipología de trompeta que está situado al final del trazado).

Además, la actuación incluye la remodelación de los enlaces de Cabezón de Cigales situados en la Autovía de Castilla A-62 en los kilómetros 112 y 117, respectivamente, y la ejecución de dos ramales del enlace inicial (enlace de San Cristóbal).

La sección tipo del tronco de la autovía está formada por dos calzadas separadas, una por sentido de circulación, con dos carriles de 3,50 metros cada una, arcenes exteriores de 2,50 e interiores de 1,00 metro, y separadas por una mediana de 14 metros de anchura que contempla una posible reducción a siete metros si fuese necesaria la ampliación de un tercer carril por sentido.

INFRAESTRUCTURAS

La autovía dispone de once viaductos, cuatro pasos superiores y siete pasos inferiores. Entre los primeros destaca el viaducto metálico mixto de 250 metros sobre el río Pisuerga y el viaducto con tableros continuos de tipología mixta en el enlace de la autovía A-62.

Del resto se distinguen las dos pérgolas sobre la Variante Este Ferroviaria, cuatro viaductos con tableros de vigas artesas y tres viaductos con tableros continuos de hormigón pretensado (río Esgueva y enlaces de Renedo y Cabezón).

El tramo dispone de las obras de drenaje transversal constituidas por marcos prefabricados de hormigón armado necesarias para desaguar las aguas de escorrentía de las áreas y cuencas adyacentes a la autovía. A su vez, la red de drenaje longitudinal incluye todos los elementos necesarios para evacuar las aguas de lluvia de la plataforma y taludes de la autovía.

La actuación incluye la reposición de los servicios afectados relativos a gas, redes telefónicas, riego, líneas eléctricas, oleoductos, saneamiento y abastecimiento y la señalización, balizamiento y defensas propia de una autovía de estas características.

Finalmente la obra incluye la reposición de varias carreteras y caminos agrícolas, vías de servicio de la autovía A-62 y un área de descanso.

Además, entre las medidas de prevención y corrección del impacto ambiental llevadas a cabo destacan la revegetación de los taludes de terraplenes y otras superficies baldías empleando tierra vegetal, hidrosiembras y plantaciones de especies autóctonas de árboles y arbustos; la instalación de vallas de cerramiento en la autovía para dificultar la entrada de fauna y escapes en el cerramiento para la que haya podido penetrar y la adaptación de obras de drenaje al paso de la pequeña fauna.

De la misma forma, se ha llevado a cabo el seguimiento y control arqueológico de los movimientos de tierras y la instalación de pantallas acústicas en las zonas más sensibles al ruido. La inversión en estas medidas de integración ambiental ha sido de 2,7 millones de euros.