El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha dicho este martes que está dispuesto a negociar la fecha y la pregunta de la consulta prevista para el 9 de noviembre si el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acepta por su parte negociar su celebración, algo que por ahora rechaza de plano.

Lo ha dicho en una entrevista: "Si el gobierno español dice que está dispuesto a aceptar la consulta en Cataluña y a comprometerse a que los catalanes voten, como se ha hecho en el Reino Unido, nosotros —el Govern— nos tenemos que sentar en la mesa y abrir negociaciones".

Así, Mas ha expuesto que, si el Gobierno central acepta entablar esta negociación, se pueden "hablar" de los términos generales del referéndum o la consulta y sobre la fecha y la pregunta, una fecha y una pregunta que ahora mismo están en vigor por un pacto que suscribieron en diciembre de 2013 CiU, ERC, ICV-EUIA y la CUP.

Rajoy y Mas se han emplazado a celebrar una reunión en los próximos días, y mientras el presidente catalán siempre ha defendido que nadie entendería que no se abordara el tema de la consulta, el Gobierno español insiste en que su posición de absoluto rechazo será la misma.

Mas se ha mostrado favorable a título personal —"como ciudadano catalán y europeo"— a que gane la opción independentista en el referéndum previsto en Escocia el 18 de septiembre, y ha sostenido que ese resultado sería "útil" para Cataluña porque el nuevo Estado escocés tendría que negociar con la Unión Europea los términos de su situación en el seno de la unión.

El presidente de la Generalitat ha insistido en que Cataluña querría ser como Austria o Dinamarca, pero que no tiene "suficientes instrumentos", y ha considerado que en caso de independencia no cree que España o el Reino Unido vetaran la entrada de los nuevos estados en la UE sino que establecerían negociaciones para que todas las partes salieran ganando.

Por otro lado, el portavoz del Govern, Francesc Homs, ha admitido que Mas prefiere una reunión "discreta" con Rajoy, pero que aceptaría que fuera pública y, por tanto, anunciada. En la conferencia de prensa posterior a la reunión del Ejecutivo catalán, Homs ha señalado que, desde la Generalitat, tampoco pondrán inconveniente por las fechas, incluso si se fija el encuentro en las próximas dos semanas de julio, salvo los días en que haya pleno del Parlament o reunión del Gobierno catalán.

El portavoz de la Generalitat ha señalado que es de "un sentido común aplastante" que estas conversaciones "sería bueno la pena hacerlas en un contexto de discreción", alejadas de los focos mediáticos, sin perjuicio de que se informe a la prensa del contenido de las reuniones a posteriori. "Creo que la gente nos pide que actuemos de esta manera, que lo hagamos así, pero si esto no puede ser así, lo haremos de la manera que ellos quieran", ha añadido.

Homs ha dicho que, en el caso de que con el formato de una reunión anunciada previamente a los medios de comunicación hubiera "la tentación de visualizar un menosprecio al señor Mas y al Govern (...), el problema no lo resuelven (porque) el que quiere votar —en una consulta— es el pueblo de Cataluña".

La Generalitat siempre ha apostado porque las reuniones de Mas y Rajoy sean discretas, un formato que ya se utilizó en el último encuentro conocido, a finales de agosto del pasado año, cuando ambos presidentes se citaron en Madrid y el contenido de la reunión se dio a conocer unos días después de celebrarse.

En cualquier caso, Homs ha remarcado que Mas no dejará pasar la "oportunidad" de diálogo por una discusión sobre si la reunión tiene que ser pública o discreta. "No pasaremos ahora del debate sobre la fecha o sobre oportunidad de hacer la reunión al debate sobre el formato", ha señalado el portavoz, quien ha agregado que el presidente catalán informará del contenido del encuentro a los partidos políticos, especialmente a los tres grupos parlamentarios que impulsan la consulta del 9 de noviembre (CiU, ERC e ICV-EUiA).