La Policía Nacional ha declarado en busca y captura, con carácter nacional e internacional, al presunto asesino de la mujer de 32 años que este sábado ha fallecido apuñalada en Almería.

La Comisaría de Almería ha informado de que se ha establecido un dispositivo de control en todas las salidas de la ciudad, así como en el aeropuerto y puerto de la capital almeriense, para intentar localizar a esta persona, cuya identidad no ha trascendido, y cuya pista está siendo seguida hasta Valencia y Barcelona.

La víctima mortal ha sido identificada por los vecinos del poblado de chabolas en el que habitaba como María Muresanu, una mujer de 32 años que residía en este punto marginal junto a su pareja y sus dos hijos, que tendrían entre 8 y 11 años, que han sido acogidos por la Junta de Andalucía.

El servicio de emergencias 112 de Andalucía ha informado de que sobre las 05.19 horas un familiar ha realizado una llamada para informar de que su hermano había matado a su mujer en la calle Ceuta de la capital almeriense.

Hasta el lugar de los hechos fueron movilizados efectivos del Cuerpo Nacional de Policía y sanitarios, que han certificado la muerte por violencia de género de la mujer.

La coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en Almería, Francisca Serrano, ha expresado su condena por el último caso de violencia machista ocurrido este sábado en la capital almeriense y ha confirmado que la víctima no había denunciado malos tratos de forma previa ni había sido usuaria de sus servicios.

Serrano ha informado de que el próximo lunes su plataforma ciudadana llevará a cabo una concentración de rechazo al crimen por apuñalamiento que ha acabado con la vida de una joven de origen rumano de 32 años.

"Sí tengo que hacer una afirmación rotunda, destacar la importancia de la denuncia a cualquier mujer que pueda escucharme en este día, para que sepa que la administración pública está para tenderle la mano y que ninguna tiene que convivir con ningún agresor", ha añadido.

En este sentido, Serrano ha recordado que la denuncia es necesaria para poner en marcha los mecanismos de protección que "pueden salvar la vida" de las víctimas de la violencia de género y permitirles "tener la vida normal que se merecen".