El testigo 88.659 llegó a la estación de El Pozo el 11-M en torno a las 15 horas. Su objeto, en un principio, consistía en vigilar la zona.

Sin embargo, más tarde recibió la orden de trasladar los efectos de las víctimas halladas. "Estaban metidos en bolsas (...), tuvimos que usar dos combi y se llenaron", recuerda.

Tras llevar los efectos a la comisaría de Villa de Vallecas, donde se los rechazaron, los trasladaron a Puente de Vallecas. "Los efectos no fueron descargados, porque nos dijeron que los llevásemos a Ifema", asegura.

En Ifema les recibió un agente de la Policía Científica. "Llevaba un mono blanco, y nos dijo que los dejásemos en un pabellón a la derecha", afirma el testigo, quien vio el cartel que especificaba que eran efectos de las víctimas.

Las bolsas fueron acotadas entonces con cinta policial. "Nadie podía acceder a las bolsas en Ifema porque había controles de seguridad", asegura.

Sigue el juicio del 11-M en el especial de 20minutos.