Una decena de diputados regionales han presentado una reclamación en la Asamblea de Madrid por una intoxicación alimentaria sufrida la semana pasada tras almorzar en la cafetería del hemiciclo.

La intoxicación afectó a 31 personas entre diputados, periodistas y otros trabajadores de la Asamblea, los cuales sufrieron gastroenteritis y fuertes dolores abdominales. La cafetería pertenece, por concesión, al Grupo Arturo, propiedad del recientemente elegido presidente de la patronal madrileña (Ceim), Arturo Fernández. El plato que provocó la intoxicación, y del que se han guardado muestras para su posterior análisis, son unos guisantes con jamón y huevo cocido.

El Grupo Arturo Cantoblanco no ha hecho declaraciones sobre este asunto, aunque trabajadores de la cafetería aseguran haber cumplido con todas las normas de seguridad. La Asamblea de Madrid tampoco ha detallado si, de probarse que hubo negligencia, recaería alguna sanción sobre el empresario.

Hace varios meses Fernández también se quedó sin la concesión de las cafeterías del Ifema y del Congreso de los Diputados. Además, tuvo que hacer frente a una huelga de trabajadores por el impago de sus salarios y al escándalo de los cursos de formación, que llevó a la dimisión de Alfonso Tezanos, uno de sus colaboradores más cercanos, en plena campaña por la presidencia de Ceim.