La Junta ofrece seis viviendas a las familias de la Corrala y pide al Ayuntamiento que aporte 16 VPO

  • Los okupas de San Lázaro han pasado la noche frente al Consistorio.
  • El viceconsejero de Fomento ha entregado un escrito solicitando una solución.
  • Las 22 familias sin recurso ocuparon los bloques hace dos años.
Los vecinos desalojados frente al Ayuntamiento de Sevilla.
Los vecinos desalojados frente al Ayuntamiento de Sevilla.
M. C.
Los vecinos desalojados frente al Ayuntamiento de Sevilla.

Están "destrozados, cansados e indignados". "No sabemos qué hacer", dice Ángeles Leal, una de las desalojadas de la Corrala Utopía.

Desde anoche, los vecinos están acampados frente al Ayuntamiento de Sevilla. "No nos han dejado inflar colchones. Hemos dormido con aislantes y sacos de dormir", explica Álvaro, marido de Ángeles y que como el resto de familias espera una solución.

En la Plaza Nueva tienen sus pertenencias junto a pancartas que rezan con estos lemas: "La Corrala sigue viva", "Ahora en la calle la lucha", "La Corrala resiste" o "La Corrala Utopía no se rinde".

Seis viviendas protegidas

La Consejería de Fomento y Vivienda ha anunciado que cuenta con seis viviendas protegidas "disponibles" para acoger a las familias que habitaban sin título alguno los números 2, 4 y 6 de la avenida de las Juventudes Musicales, propiedad de Ibercaja, hasta su reciente desalojo. En paralelo, ea través de un escrito, ha reclamado al Ayuntamiento hispalense que aporte 16 de sus "528" viviendas públicas aún libres para "cubrir el realojo de todas las familias".

El viceconsejero de Fomento y Vivienda, José Antonio García Cebrián, y la delegada territorial de la Consejería de Fomento y Vivienda, Granada Santos, han entregado en el registro general del Ayuntamiento de Sevilla un escrito relacionado con el reciente desalojo de estas familias merced a la orden dictada el pasado mes de enero por el Juzgado de Instrucción número tres de Sevilla, que en febrero dictó un segundo auto en el que reclamaba ya a las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado la ejecución de la orden de desalojo.

El desalojo

Ocurrió este domingo. Pancho, de 72 años, que sufre una insuficiencia respiratoria, fue el primero que salió del inmueble. Se lo llevaron en ambulancia. A Manuela le pillaron con la mesa de la cena sin recoger. A Acrecio durmiendo... Las 22 familias sin recursos que ocuparon en mayo de 2012 varios edificios en la barriada sevillana de San Lázaro, bloque bautizado como Corrala Utopía, fueron desalojadas rodeadas de un amplio despliegue policial.

A las ocho de la mañana, más de una docena de furgones policiales llegaron a los números 2, 4 y 6 que habitan estas familias, de forma irregular, en la avenida de las Juventudes Musicales, propiedad de Ibercaja.

De forma pacífica y sin oponer resistencia, las 40 personas que quedaban en las viviendas, entre ellas 5 menores, recogieron sus pertenencias. Eso sí, entre lágrimas, nervios y mucha sorpresa ya que el colectivo no esperaba que se produjera el temido desalojo forzoso, debido a que Junta y Ayuntamiento de Sevilla estaban negociando una solución.

En la calle se vivió mucha tensión: empujones y forcejeo entre miembros del Movimiento Okupa, del 15-M y los agentes. Hubo dos detenidos.

Los afectados intentaron encerrarse en la Catedral de Sevilla, pero no lo lograron. El grupo protestó ante del Ayuntamiento donde han acampado. Los más delicados de salud fueron acogidos en la sede del sindicato CGT, según  Juanjo García, del 15-M Sevilla.

"Prefiero un colchón, lo echas en cualquier lado y duermes", dijo Toñi Rodríguez, que rechazó como el resto de vecinos alojarse en un albergue.

Antonio Maíllo, coordinador de IULV-CA, tildó de «vergonzoso» el desalojo. El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, lo censuró y advirtió que pone en peligro derechos de las familias en riesgo de exclusión social, especialmente de los menores.

El conflicto

Una juzgado de Sevilla ordenó  el 4 de febrero el desalojo  forzoso y dio a las familias hasta el 18 de marzo para irse voluntariamente. El colectivo emprendió acciones ante el Tribunal Europeo, mientras Junta y Ayuntamiento crearon un grupo para solucionar el conflicto. "La Junta nos trasladó calma hace tres días. El desconcierto de las familias es brutal. Han pagado los platos rotos", dijo Juanjo García.

"Me siento angustiada"

Patricia, de 29 años, que vive con su madre y su hermano cuenta a 20minutos como se siente: "Estoy muy triste. Angustiada. No sé a dónde vamos a ir. Tras el desalojo me ha dado un ataque de ansiedad. Los agentes nos han dado dos horas para recoger las pertenencias, aunque desde la orden de desalojo, las familias trasladamos todo lo que teníamos a un guardamuebles. Estos dos meses hemos dormido en sacos, con lo preciso, una maleta por persona. Esto no nos lo esperábamos. Tras el desahucio que sufrí vine aquí con mi madre, de 58 años, que padece fibromialgia y mi hermano, de 27, enfermo mental. Hemos vivido sin luz ni agua. Con velas, cocina de gas y agua de la fuente"

 

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