"Sé lo que ha hecho, pero sigo enamorada", dice la esposa de 'El Chino'

La esposa de Jamal Ahmidan, 'El Chino', uno de los cabecillas de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, que se suició en Leganés, dijo que aún ama a su fallecido marido, pese a que 'sabe' lo que hizo.

En una entrevista con el diario 'El País, Rosa, de 29 años, y madre de un niño de 12 que tuvo con Ahmidan, relató que antes de suicidarse en Leganés junto alresto de los cabecillas del 1-M, la llamó por el móvil para infrmarle de que iba a matarse y pedirle que "cada vez que mires al niño a los ojos te acuerdes de mí".

Una noche lo vi a las cuatro de la mañana con Bin Laden a toda pantalla, y le dije: 'Pero bueno, Jamal, ¿qué haces viendo a Bin Laden en Internet?'

Después de hablar con su mujer, e'El Chi llamó a su madre, despidiénsodre en una convresaciónq ue termi'no con la explosión que segó las vidas de los islamistas y la de uno de los GEOs que los estaba buscando.

Confesó que tenía intenciones de irse a Irak a pelear contra las fuerzas de ocupación de Estados Unidos y que le decía a ella, española: "Los españoles os tenéis que levantar y salir a la calle" para protestar contra la interveción española en Irak.

"Sé lo que ha hecho, pero sigo enamorada", dijo.

Dice que quien lo transformó fue "el tal Serhane (...) El Tunecino".

Tras conocerlo, ya no la "agarraba por la calle", le pedía que se "cogiera el pelo en una coleta".

Antes de suicidarse, intentó encubrirle a Rosa quiénes habían sido quienes tramaron los taentados.

"Joder, se han pasado los de la ETA", dice que le comentó.

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