Recuperan en París la tesis de Antonin Artaud de que a Vincent Van Gogh lo 'suicidó' la sociedad

  • Contraponen la tesis del suicidio por locura con la idea de que fue la incomprensión social quien lo 'suicidó' porque era portador de "verdades insoportables".
  • El Museo d'Orsay expone 50 obras de Van Gogh junto a dibujos del escritor Antonin Artaud, autor del libro de 1947 "Van Gogh, el suicidado por la sociedad".
  • El escritor opinaba que algunos cuadros del pintor profundizaban en el espíritu humano con una "fuerza abrumadora" que ningún psiquiatra podría igualar.
A la izquierda, Antonin Artaud retratado por Man Ray en 1926. A la derecha, autorretrato de Van Gogh pintado en septiembre de 1889
A la izquierda, Antonin Artaud retratado por Man Ray en 1926. A la derecha, autorretrato de Van Gogh pintado en septiembre de 1889
© Centre Pompidou, MNAM-CCI, Dist. RMN-Grand Palais / Jacques Faujour © Man Ray Trust / ADAGP, Paris 2014 © Musée d'Orsay, dist. RMN-Grand Palais / Patrice Schmidt
A la izquierda, Antonin Artaud retratado por Man Ray en 1926. A la derecha, autorretrato de Van Gogh pintado en septiembre de 1889

La historia oficial dice que Vincent Van Gogh, que tenía 37 años, se disparó un tiro de revolver en el pecho —o en el estómago, hay debate al respecto— mientras paseaba por el campo el 27 de julio de 1890. La historia alternativa sostiene, según una biografía publicada en 2011 y no aceptada por ahora por los académicos, que la bala mortal salió de la vieja pistola de un adolescente que jugaba a los cowboys con munición real. Hay una tercera teoría: a Van Gogh lo mataron todos.

En 1947, el escritor francés Antonin Artaud, que de psiquiatría sabía un rato —venía de pasar casi una década internado en sanatorios pese a que se trataba de una de las mentes más lúcidas de su generación— escribió que el pintor "no se suicidó en un ataque de insanía... Por el contrario, acababa de descubrir qué era y quién era él mismo, cuando la conciencia general de la sociedad, para castigarlo por haberse apartado de ella, lo suicidó".

Incomprendido por la mojigatería artística y social

Sobre esa idea —Van Gogh como un artista demasiado moderno, demasiado iluminado por la pasión, absolutamente incomprendido por la mojigatería artística y social y por su propia familia y, por tanto, suicidado en un acto libérrimo de tristeza y despecho— el Museo d'Orsay de París, el más importante del mundo por obras en propiedad del movimiento impresionista, monta la exposición Van Gogh / Artaud. Le suicidé de la société (Van Gogh/Artaud. El suicidado de la sociedad).

La muestra, hasta el 6 de julio, presenta al pintor desde la mirada de Artaud, una de las voces más respetadas de quienes se negaron a entender a Van Gogh y su obra como productos de la locura. El escritor, padre del teatro de la crueldad ("aquel que apuesta por el impacto violento en el espectador") y también pintor y dibujante, es el autor del libro Van Gogh, le suicidé de la société (Van Gogh, el suicidado por la sociedad), publicado en 1947, unos días antes de la apertura de una retrospectiva del pintor en París.

Contrario a la tesis de la alienación como único agente causal, Artaud pretendió demostrar cómo la extremada lucidez de Van Gogh molestaba a las conciencias ordinarias, que deseaban impedirle emitir "verdades insoportables" y fueron aquellos a quienes incordiaba su pintura quienes le empujaron al suicidio. "Un día aparecieron los verdugos de Van Gogh, como aparecieron los de Gerard de Nerval, de Baudelaire, de Edgar Poe y de Lautréamont. Aquellos que un día le dijeron: 'Y ahora basta, Van Gogh; a la tumba; ya estamos hartos de tu genio", escribió Artaud, que moriría al año siguiente de cáncer.

La psiquiatría, "reducto de gorilas"

El escritor, que admiraba la pintura de Van Gogh con apasionado fervor ("después del paso de Van Gogh por la tierra, ni la naturaleza exterior, con sus mareas, sus climas y tormentas equinocciales puede conservar la misma gravitación"), arremetía en el opúsculo sin pelos en la lengua y con el vitriolo acostumbrado contra la clase médica: "Frente a la lucidez de Van Gogh en acción, la psiquiatría queda reducida a un reducto de gorilas, realmente obsesionados y perseguidos, que sólo disponen, para mitigar los más espantosos estados de angustia y opresión humana, de una ridícula terminología, digno producto de sus cerebros viciados. En efecto, no hay psiquiatra que no sea un notorio erotómano".

Artaud refutaba las teorías del libro Du démon de Van Gogh (El demonio deVan Gogh), del psiquiatra François-Joachim Beer, y acusaba a la sociedad de seguir los dictámenes de los bata blanca y estigmatizar al enfermo: "¿Qué se entiende por auténtico alienado? Es un hombre que prefiere volverse loco —en un sentido social de la palabra— antes que traicionar una idea superior del honor humano. Pues un alienado es en realidad un hombre al que la sociedad se niega a escuchar, y al que quiere impedir que exprese determinadas verdades insoportables".

El recorrido por las casi 50 obras de la muestra, algunos de ellos préstamos únicos, quiere estar marcado por el debate primordial: ¿estaba Van Gogh realmente loco y decidió matarse o fue la sociedad incomprensiva —el pintor no vendió en vida casi ningún cuadro de los 900 que pintó (además de 1.600 dibujos) y malvivía casi en la indigencia— quién empujó el gatillo? Entre los lienzos más notables de la exposición está el autorretrato sobre fondo azul que pintó en 1889 en Saint-Rémy-de-Provence, del que Artaud dijo: "No conozco a ningún psiquiatra que pueda profundizar en un hombre con una fuerza tan abrumadora".

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