El primer secretario del PSC, Pere Navarro, ha negado este martes que el fichaje por ERC del exconseller socialista Ernest Maragall debilite a su partido, y ha asegurado que, por el contrario, "fortalece" a la formación porque clarifica el mapa político catalán y evita "engaños".

"Somos el único partido catalanista, federalista y de izquierdas", ha sentenciado el líder socialista horas después de que el exconsejero y fundador de Nova Esquerra Catalana (Nec) anunciara que irá de número dos en la lista de los republicanos para las elecciones europeas, que encabeza el filósofo Josep Maria Terricabras.

En declaraciones a Rac1, el dirigente socialista, quien ha dicho "respetar que haya personas independentistas o hayan hecho una evolución hacia el independentismo", ha argumentado que este fichaje es clarificador porque explica por qué Maragall dejó el PSC en octubre de 2012: se ha vuelto independentista y, por lo tanto, no podía sentirse "cómodo" en las filas socialistas.

En cualquier caso, el dirigente socialista ha reconocido que "es evidente que hay personas críticas (en el partido) y algunos son referentes públicos, pero hay otros referentes públicos, quizás no tan mediáticos, que están tirando adelante las propuestas del PSC".

Pese a asegurar que este episodio no afecta al rumbo de los socialistas, ha vuelto a criticar al presidente de ERC, Oriol Junqueras, quien el lunes aseguró que los únicos que están en contra del proceso son los dirigentes del PSC actuales, pues muchos concejales, alcaldes y cuadros socialistas apoyan la consulta prevista para el 9 de noviembre.

En su opinión, Junqueras vive "obsesionado" con el PSC y quiere dar un "sorpaso a CiU". Además, ha considerado que el republicano está más pendiente de criticar al PSC que de ejercer de jefe de la oposición. "En ningún caso le he visto ejercer como tal", ha agregado Navarro, quien cree que una declaración unilateral de independencia "no es una solución" y quien considera "absolutamente escandaloso" que la Comisión Bilateral Estado-Generalitat no se reúna desde 2011: "Si después de la dictadura se pudieron sentar en una mesa, no sé por qué ahora debería ser más difícil".

Precisamente, al ser preguntado por las bajas de militantes socialistas, ha asegurado que la causa principal son los problemas económicos de muchos afiliados que "no pueden pagar la cuota", una causa "mucho más relevante que otras situaciones que se han dado", en alusión a los críticos.

El alcalde de Lleida y exdiputado del PSC en el Parlament, Àngel Ros, ha expresado su respeto por la decisión del exdirigente del PSC, mientras que el alcalde de Tarragona y dirigente socialista, Josep Fèlix Ballesteros, lo ha considerado una "anécdota". Lo han dicho tras asistir a un desayuno informativo organizado por alcaldes.eu y el diario El Punt Avui junto al alcalde de la capital catalana, Xavier Trias, y el de Girona, Carles Puigdemont.

Ros fue diputado hasta mediados de enero, cuando dejó el escaño porque no comparte el rechazo de su partido sobre una consulta soberanista el 9 de noviembre. Sin embargo, ha marcado distancias con Maragall y ha recalcado que la situación del exconsejero "no tiene nada que ver" con la suya, aunque ha añadido que la respeta.

"Es una decisión individual y no colectiva, y lo único que toca en estos momentos es respetarla", ha agregado Ros, quien considera que será en las europeas cuando se podrá comprobar si el paso de Maragall tiene consecuencias y afecta al electorado socialista.