Las escalinatas de Isozaki ya unen la ría y El Ensanche

Mazarredo conecta con Uribitarte y Zubi Zuri por una nueva pasarela llena de polémica. Bajo los rascacielos descansa la nueva Plaza de la Convivencia.
La obra de Chillida, ‘Buscando la luz IV’, se descubre, ayer, en el centro de la recién inaugurada Plaza de la Convivencia. (Begoña Hernández)
La obra de Chillida, ‘Buscando la luz IV’, se descubre, ayer, en el centro de la recién inaugurada Plaza de la Convivencia. (Begoña Hernández)
La obra de Chillida, ‘Buscando la luz IV’, se descubre, ayer, en el centro de la recién inaugurada Plaza de la Convivencia. (Begoña Hernández)
«Mire, mire. Este puente no resbala», vacilaba el alcalde de Bilbao Iñaki Azkuna. El arquitecto Arata Isozaki asentía risueño. La polémica entre el Ayuntamiento y el arquitecto Santiago Calatrava se mascó ayer en la inauguración de la escalinata y la pasarela de Isozaki Atea. Conflictos aparte, lo cierto es que la nueva obra permite a Bilbao salvar el gran desnivel existente entre El Ensanche y la ribera de la ría. Ahora, entre las dos torres unas escaleras bajan de Mazarredo al Paseo de Uribitarte, y un nuevo puente peatonal de 60 metros conecta la pasarela de Calatrava con las torres de Isozaki.

Además, la ciudad ha ganado una nueva plaza. Está en mitad de la escalinata de Isozaki, a las faldas de los rascacielos, y se llama la Plaza de la Convivencia. Azkuna explicó en el acto de inauguración que el nombre se le ocurrió cuando las «señoras de Bilbao» le decían que Bilbao estaba lleno de cuestas. «Ahora hay una plaza que iguala a todos», explicó un estoico alcalde, que ayer andaba medio enfermo.

La Plaza de la Convivencia tiene una escultura de Chillida de 8,5 metros de alto titulada Buscando la luz IV. Los primeros pisos de las torres de Isozaki se entregarán a principios de este verano. Entonces, se abrirán en los bajos tiendas y servicios.

Lo que daba morbo ayer era escuchar al alcalde después de que el día anterior Calatrava hubiera puesto una denuncia contra el Ayuntamiento por haber construido la pasarela de Isozaki junto a la suya.

Azkuna se despachó a gusto: Confió en que «seamos sensatos y ganemos el pleito». E ironizó con los problemas de Zubi Zuri: «Tened cuidado, no os caigáis».

La defensa del japonés

«La denuncia de Calatrava es absurda. Su pasarela es arquitectura, no una obra de arte». Son palabras de Toshaki Tange, director de Arata Isozaki España. El estudio del arquitecto japonés cierra filas con el Ayuntamiento. Toshaki entiende que las obras hay que adecuarlas a cada tiempo.  «¿Cómo puede pretender Calatrava que el peatón baje al paseo y vuelva a subir?». El director explica que tampoco a Isozaki le avisan siempre para hacer obras junto a sus creaciones. «Y, no denunciamos».

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