Suárez Trashorras, es el procesado para el que se solicita una mayor pena, ya que además de proporcionar los explosivos, se le acusa de ser cooperador necesario en los 192 asesinatos.

La comparecencia del ex minero asturiano ha durado más de cuatro horas. En la sesión de ayer, solo hubo tiempo para que respondiera a las preguntas del fiscal. Hoy ha respondido al resto de las partes.

Trashorras ha asegurado que él no mencionó los explosivos en la reunión del McDonalds, y que quien lo hizo fue Rafá Zouhier: "Hablamos en principio de hachís, y luego me preguntaron si había forma de conseguir explosivos", ha asegurado el ex minero, añadiendo que se limitó a avisar a la Policía de la que era confidente.

Relación con 'El Chino'

Suárez Trashorras ha reconocido su relación con 'El Chino', pero dentro de su labor como confidente de la Policía. El procesado ha asegurado que le dijo a la Policía que 'El Chino' mencionó a la 'Caravana de la Muerte' de ETA.

Trashorras ha definido a Jamal Ahmidan 'El Chino' como una "persona totalmente occidental, que disfrutaba de una vida occidental" que "salía conmigo de copas, se iba de putas y se metía cocaína" y "que nunca lo vi rezar o ir a una mezquita".

En varias ocasiones ha reconocido que 'El Chino' estaba buscando explosivos, pero que le había dicho que los quería para cometer atracos en joyerías. El ex minero ha declarado que desconoce de dónde los obtuvo finalmente los explosivos.

Niega toda relación con ETA

A preguntas de una acusación particular, el procesado ha negado conocer o tener relación cualquier miembro de ETA.

"La mentira esa de que el robo de coche que se usó luego en el atentado de Santander es todo un bulo", ha declarado el procesado ante la pregunta sobre su relación con ETA. "No tengo ninguna relación con ETA", ha zanjado el ex minero.

Acceso a los explosivos de la mina Conchita

El ex minero si que ha reconocido haber dicho que "por 5.000 euros cualquier minero te puede dar lo que quieras", pero ha añadido que "como se puede sobornar a un juez o fiscal. Corruptos hay en todos lados".

El procesado ha asegurado que "todo el mundo en Asturias sabe que se puede extraer explosivos de las minas", asegurando que él no le proporcionó explosivos.

Trashorras ha negado que se acercara a la mina, tras ser involucrado en el año 2001 por tráfico de explosivos en la llamada Operación Pipol, por la que fue condenado a 10 años de prisión, aunque la sentencia es firme.

Coches de lujo

Suárez Trashorras justificó un viaje a Madrid acompañado de Javier González 'El Dinamita' para comprar un Bmw M3. "Cuando me detuvieron tenía cuatro coches una moto y quad", ha asegurado el propio procesado.

Preguntado por la defensa de Iván Granados Peña el procesado ha asegurado que lo conoció porque "quise comprarle un Ferrari a su hermano".

La acusación que representa a Pilar Manjón le ha preguntado por los ingresos que tenía el procesado. Además de una pensión de 800 euros, el ex minero ha asegurado que su padre le pasaba una paga. "Si se comprueba la cuenta corriente de mi padre se ve que me compraba todos los coches de lujo".

Las confidencias al policía Manolón

Suárez Trashorras se ha dicho que fue confidente de la policía en varias operaciones de envergadura contra el tráfico de droga en Asturias. Todas las confidencias se las contaba a Manuel García Rodríguez, jefe del Grupo de Estupefacientes de la Policía de Avilés, conocido como "Manolón".

De esas confidencias con la policía, el ex minero ha asegurado que obtuvo algunos beneficios como un trabajo en el Corte Inglés para su mujer Carmen Toro.

Trashorras ha asegurado que le comunicó sus sospechas de que 'El Chino' podía "tener algo que ver" con los atentados. "Cuando escuché lo de los suicidas en los trenes en la Cadena Ser el 12 de marzo, porque no me cogía el teléfono pensé que podía estar en los trenes o que le había pasado algo, pero luego me acordé de la llamada que me hizo Ahmidán desde Ibiza [en ella le decía que ya se verían en el cielo]. Por eso fui a decírselo a la Policía, pero ellos me dijeron que no me procupara, y hablaban todo el rato de ETA".

En su declaración, Suárez Trashorras ha afirmado que la Policía y "astutamente" el Juez del Olmo le ofrecieron ser testigo protegido. "Me dijeron que implicara a los moros, a Jamal Zougam, a los moros, y que había visto los explosivos, que yo no les interesaba. Me tuvieron cinco días sin mi tratamiento para la esquizofrenia", a cambio, ha dicho que le ofrecieron ser testigo protegido junto a su ex mujer, borrándole la causa de la 'Operación Pipol'.

El procesado ha asegurado que indicó a la Policía la localizacion de la finca de Morata de Tajuña el 27 de febrero de 2003, días antes de los atentados. Trashorras ha afirmado que acompañó a la Policía a dicha finca cuando fue detenido.