La acusada de descuartizar a una amiga en Madrid reconoce que la asfixió con una bufanda

  • Ocurrió en 2012, en el PAU de Sanchinarro.
  • Todo se debió a un asunto de deudas.
  • Asegura también que la víctima le amenazó y golpeó con una sarten.
Imagen de un mazo judicial.
Imagen de un mazo judicial.
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Imagen de un mazo judicial.

Irma S., la mujer georgiana de 40 años detenida en diciembre de 2012 por matar y descuartizar a una compatriota suya en el madrileño PAU de Sanchinarro, ha reconocido este lunes ante el juez y el Jurado Popular que la asfixió hasta la muerte con una bufanda en la casa donde realizaba labores de asistenta.

De esta forma, en el primer día de juicio oral que se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid, la encausada ha confesado el crimen, como así hizo anteriormente ante la Policía y ante el juez en la fase de Instrucción.

Por esa confesión y colaboración la fiscal y el abogado de la Defensa han llegado a un acuerdo para pedir que sea condenada por un delito de homicidio en el grado inferior de la pena, es decir, 10 años de cárcel. Además, ambas partes han renunciado a algunas pruebas periciales y a numerosos testigos. No obstante, será el Jurado Popular, compuesto por diez personas, los que determinará si cometió o no el crimen.

En su declaración este mediodía en el juicio, Irma ha asegurado que la víctima, Tamila S., le había prestado 4.000 euros hacía un tiempo y que ya le había devuelto 3.000. Pero la fallecida le empezó a reclamar "insistentemente" a finales de 2012 los mil euros que le faltaban por abonar porque con ese dinero quería visitar a su familia en Georgia en Navidad.

"Me amenazó que si no le pagaba ese dinero hablaría con los señores de la casa para que me despidieran. Luego me amenazó con que iban a matar y violar a mi hija", ha asegurado la acusada, quien ha añadido que aunque reconocía la deuda no estaba en disposición de pagarle en ese momento porque "tenía que pagar los gastos de la universidad de su hija".

Fue a su casa a por el dinero

Irma ha indicado que el día anterior al homicidio la víctima había acudido a la casa donde trabajaba de asistenta en la calle Ana de Austria para reclamarle ese dinero, pero que se fue ante la llegada de los niños de los dueños. Al día siguiente, el 5 de diciembre de 2012, según la versión de la enjuiciada, Tamila volvió a la casa y tras conminarle de nuevo a que le pagara los mil euros debidos le amenazó y le golpeó con una sartén.

"Yo me di la vuelta y busqué algo para pegarle", ha afirmado Irma. Sin embargo, como "en ese momento no encontró otra forma para defenderse", cogió con sus dos manos la bufanda que llevaba puesta Tamila y la asfixió de pie "hasta que su cara se puso azul y cayó al suelo". "Intenté reanimarle con masaje y con agua, pero no pude", ha apostillado.

Aunque la imputada ha manifestado ante el juez que intentó auxiliar a antigua amiga y pedir ayuda, tendrá que explicar al Jurado Popular en siguientes sesiones del juicio por qué no llamó a la Policía y ocultó su cuerpo varios días debajo de su cama, tal y como relató en comisaría. Los miembros del Jurado también podrán preguntar por qué suspuestamente luego descuartizó con un cuchillo a su víctima.

Días después del crimen, limpiadores municipales encontraron restos humanos correspondientes a las piernas y parte posterior del cuerpo de la fallecida en un contenedor de la calle de Ana de Austria, frente al número 48. Por la noche, a 1,8 kilómetros de esa zona, en la calle de Arroyo de Pos número 1, otros empleados de limpieza hallaron restos orgánicos cuando iban a retirar la basura.

Se fue con los restos hasta Arturo Soria

Los terceros elementos orgánicos, correspondientes a la parte superior del cuerpo, fue encontrada días después en avanzado estado de descomposición en el vertedero de Valdemingómez. Supuestamente, la encausada metió estos últimos restos en una maleta y se fue en taxi con ellas hasta la zona de Arturo Soria, donde los arrojó a otro contenedor y por ello acabaron en el vertedero.

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