Bebemos mucho menos vino que hace 20 años, pero de más calidad

Los hábitos de vida y los horarios de trabajo han cambiado el perfil del consumidor. Del vino de mesa a diario hemos pasado al consumo esporádico de caldos con Denominación de Origen.

El sector del vino acaba de superar dos grandes obstáculos en un mes. Primero fue el rechazo de los eurodiputados al proyecto de reforma del mercado con el que Bruselas pretendía un arranque masivo de viñas y esta semana la retirada del anteproyecto de ley del Ministerio de Sanidad sobre el consumo de alcohol.

Ahora el sector puede centrarse en otro reto. La forma de beber vino ha cambiado en nuestro país. En los últimos años hemos pasado de los chatos en vaso Duralex y la frasca de vino de mediodía a los decantadores y los catavinos para degustar caldos con matrícula de calidad, es decir con Denominación de Origen (D.O.).

Aunque el consumo global de vino ha descendido más de un 30% en los últimos 20 años, parece que los españoles hemos desarrollado el paladar a la hora de consumirlo. Así, la tendencia de los últimos años revelan que los mayores descensos se están dando en los vinos de mesa, mientras que los de calidad empiezan a refugiarse en nuestras casas. En resumen, bebemos menos, pero mejor.

Baja en hostelería

Los datos del Ministerio de Agricultura indican que hasta septiembre de 2006, el consumo de los vinos de mesa bajó un 0,8% en los hogares y un 3,1% en hostelería. Por el contrario, los de D.O. experimentaron un crecimiento del 6,7% en los hogares en el mismo periodo.

La cosa no fue tan bien para los vinos de calidad en bares y restaurantes, donde se bebió un 17,8% menos. Aunque no cuestionan la influencia del carné por puntos en este descenso, desde la Federación Española del Vino recuerdan que es pronto para sacar conclusiones. En este sentido, su director general, Rafael del Rey, hace hincapié en que «el carné entró en vigor el 1 de julio y en el descenso podrían haber influido múltiples factores, como el aumento de los tipos de interés, por ejemplo».

También es necesario recordar que en los últimos 30 años España ha vivido un cambio sin precedentes. El modelo familiar y social ha sufrido una transformación radical. De esta forma, recuerda Rafael del Rey, «el consumo de vino a diario es cada vez más esporádico por los horarios laborales más largos, porque comemos menos en casa y porque la población es cada vez más urbana».

Los departamentos de vino de los supermercados cada vez están mejor dotados

Así, la tendencia de consumo tradicional (60% en hostelería y 40% en hogares) está equilibrándose y por el lado de la calidad. Una buena muestra, según José Luis Guerra, de la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR), se encuentra «en los departamentos de vino de los supermercados, cada vez mejor dotados».

Profesionales testigos de un cambio social

Mº Luisa Banyols«La gente prueba cosas nuevas»
María Luisa Banyols. Responsable de gama de vino de la tienda especializada de Lavinia

"En los últimos seis años en nuestras tiendas hemos podido comprobar un cambio muy sorprendente. El público pasó primero de buscar Rioja a Ribera del Duero y ahora ha dado un paso más allá y busca también vinos de denominaciones más innovadoras como Bierzo o Jumilla. El cliente busca cada vez más la calidad y los vinos específicos, se atreven a probar cosas nuevas. Además también hemos comprobado una transformación en el perfil de cliente; ahora cada vez más vienen mujeres y jóvenes a elegir vinos. En este cambio también han jugado un papel importante los restaurantes y los medios de comunicación que han mostrado un mayor interés por el mundo del vino. El vino ha pasado de la alimentación a la vida social y cultural".

«Debemos innovar y asentarnos fuera»
Rafael del Rey. Director general de la Federación Española del Vino

Nuestro sector debe reaccionar y apostar por tres líneas. La primera, la calidad, sobre todo en el canal de alimentación del hogar, que va a permitir recuperar el sector. La segunda consiste en hacer un gran esfuerzo en la exportación, asentándonos en los mercados y ofreciéndole a cada país lo que más le guste. Y en tercer lugar, debemos innovar para atraer nuevos públicos con otros diseños de etiquetas, envases, diferentes tamaños de botellas, etc.

Lucio del Campo«La tendencia es beber mejores vinos»
Lucio del Campo. Hostelero y sumiller

En general hay menos consumo de vino en los restaurantes; además ahora la gente tiene mucho en cuenta el carné por puntos. El que la gente prima la calidad frente a la cantidad se nota hasta en el chateo. Antes se hacía una ronda por tres o cuatro bares; eso ha pasado a la historia, ahora los clientes nos piden consejo incluso a la hora de elegir vino de una Denominación de Origen. Hemos notado que ahora la gente se deja asesorar cuando elige un vino.

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