Cada año, más víctimas de maltrato precisan de ayuda en Vizcaya

La Diputación acogió a 1.900 mujeres y niños en 2006. La mitad de las 108 que atendió el servicio de urgencia era inmigrante.
La violencia doméstica no deja de crecer en Vizcaya y cada semana son más los casos en los que mujeres son maltratadas por sus compañeros sentimentales. En muchas de estas ocasiones, las mujeres y sus hijos quedan en una situación de desamparo que les obliga a buscar ayuda. En 2006, la Diputación de Vizcaya atendió a 1.900 mujeres y niños en estas circunstancias, una cifra que aumenta ligeramente año tras año, aunque la institución no ha especificado cuánto.

Uno de los servicios que registró un mayor crecimiento, del 14%, fue el de la unidad de urgencia, que atendió a 108 mujeres y 63 hijos de éstas. Casi la mitad era inmigrante y su media de edad, 34 años. «Este servicio está abierto las 24 horas para dar una respuesta inmediata a cualquier víctima de maltrato», dijo ayer Juan María Aburto, diputado de Acción Social.

Este departamento cuenta con una red de centros residenciales para mujeres que no pueden permanecer en su entorno habitual, que el año pasado acogió a 230 de ellas, y a 94 menores.

Más hombres

El número de hombres víctimas de la violencia de género también experimentó un gran incremento, ya que se pasó de los cuatro atendidos en 2005 a los 18 del año pasado.

Todos ellos acudieron al programa de atención psicológica, que en total recibió a 765 personas.

Inmigrantes de 14 años

Durante 2006, el número de menores inmigrantes no acompañados que llegaron a los servicios de la Diputación de Vizcaya fue de 472, un 22% más que el año anterior. Éstos son cada vez más jóvenes, ya que si, hace dos años, lo habitual era que llegaran con 17 ó 18 años, ahora lo hacen a los 14. En la actualidad, hay 279 acogidos en los centros forales.

Servicios

Residencias: En 2006 ingresaron por primera vez en algún centro de media y larga estancia 146 mujeres y 79 menores.

Divorcios: La Diputación dio asesoramiento jurídico a 466 víctimas, de las que 20 fueron hombres.

Puntos de encuentro: 340 menores pudieron ver a sus padres separados.

Maltratadores: 52 hombres y tres mujeres intentaron rehabilitarse.

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