Y es que no hay nada mejor para un Ayuntamiento que el padrón engorde: así también engordan las arcas municipales. Consciente de lo que vale un vecino, De la Torre acompaña a sus buenos deseos una guía con un sinfín de teléfonos útiles. Está casi todo lo que un novato necesita: la grúa, los hospitales, el gas butano, la Comisaría, taxis, autobuses. Y, por si acaso, el Defensor del Pueblo Andaluz.
Pero aun así, a los nuevos vecinos de Málaga se les saluda y recibe con alegría. Y no ya desde un balcón agitando los pañuelos con todo un pueblo echado a la calle. Como alcalde que es, Francisco de la Torre envía al domicilio de cada nuevo empadronado una carta de bienvenida por su cambio de residencia.Un mal pensado pudiera achacar tanta amabilidad a la cercanía con las elecciones municipales, pero no. De la Torre lo lleva haciendo desde hace un año para trasladar su deseo de que el malagueño adoptivo se sienta querido y se quede.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios