La actriz Scarlett Johansson, instalada en París desde que se prometió hace unos meses con el periodista Romain Dauriac, ha arremetido contra los ciudadanos de esa ciudad al llamarles "groseros". Además, los ha acusado de ser el motivo de su reciente agresividad.

En una entrevista en el programa de televisión de David Letterman, Johansson se ha confesado en voz alta y ha asegurado que a pesar de estar encantada con la idea de vivir en París, "el embelesamiento ha desaparecido un poco ahora".

La actriz reveló que lo más "frustrante" es andar por la calle, porque la gente se niega a moverse de su camino. "Me gusta caminar por ahí (...). Como decía antes, la gente es más grosera ahora, es frustrante (...). Soy de Nueva York y acabo de darme cuenta que andar es como un baile en las calles , tienes que evitar (a las personas), es una coreografía".

Así de tajante se ha mostrado la musa de Woody Allen con su nueva vida en París y respecto a sus nuevos vecinos: "Cuando llegué allí (París), me di cuenta de que era un tipo de ciudad provincial, donde la gente no sabe caminar (...), así que ahora clavo los ojos en todo el que venga de frente y desde hace un tiempo empecé a ponerme realmente agresiva con la gente, y no me importa".