Las peticiones de comida a las distintas cocinas económicas distribuidas por los municipios gallegos están creciendo en Galicia, en paralelo a la "generosidad" de las aportaciones de particulares, que se suman a las que estas entidades reciben de instituciones públicas y privadas.

Así lo han manifestado, en declaraciones a Europa Press, responsables de algunas de ellas, que aseguran que la demanda, bien para poder comer en la propia dependencia de la Cocina Económica o bien para recibir alimentos con las raciones que algunas de ellas distribuyen, sigue "creciendo".

No obstante, resaltan que las aportaciones de particulares, pese al actual contexto económico, también lo están haciendo. "La generosidad crece al ritmo de la crisis", asegura la directora de la Cocina Económica de Santiago de Compostela, Sor Esther Seoane.

Solo en ella, se dan diariamente una media de entre 160 y 180 comidas, un número que se sitúa en torno a las 120 y 130 en las cenas y que en la de Fin de Año oscila en una cifra en torno a las 140 personas. Este número se incrementa en la comida de Año Nuevo con 180 personas.

Proximidad a los barrios

Mientras, en la Cocina Económica de A Coruña distribuyen diariamente unas 1.250 raciones al día de comida, frente a las 850 del año pasado el mes de diciembre. Lo hacen tanto desde las dependencias que tienen en la calle Cordelería como desde los nuevos locales ubicados en los barrios de la Sagrada Familia, Castrillón y Birloque.

En colaboración con el Ayuntamiento de A Coruña y una asociación vecinal, disponen de ellos durante un par de horas para suministrar estas raciones, "a gente que no pretendía tocar esta puerta y que al tenerlo cerca de casa lo hace", señala el administrador de la Cocina Económica de A Coruña, Óscar Castro.

En cuanto a las personas que solicitan este servicio, Óscar Castro afirma que, desde que comenzó la crisis, "se ve gente que nunca lo había usado y que les cuesta llamar a esta puerta, pero que lo hacen cuando su situación toca las necesidades más básicas", apunta.

Desde la Cocina Económica de Ferrol, con una media de 140 personas en las comidas y 60 en las cenas, su presidente Antonio Tostado, recuerda que hace unos cinco años la media de personas que acudían a la comida "era de 80" y recalca que están "en el límite de su capacidad".

Con todo, desde ella, se distribuyen diariamente unas 330 raciones de comida entre las personas que acuden al comedor y las 130 personas que la recogen derivadas por los ayuntamientos de Ferrol y de Narón.

APORTACIONES

Por ello, su presidente subraya la importancia de que se mantengan las aportaciones, "que las administraciones han mejorado", apunta. A ello, suma las donaciones de particulares, pese a ser Ferrol "una zona muy castigada por el desempleo", remarca.

No obstante, estas aportaciones de particulares se han incrementado en torno a un 15%. También coincide en ello el administrador de este comedor en A Coruña, aunque precisa que necesitan que se "mantengan" las ayudas. "Nunca es suficiente", admite ante la creciente demanda.

Sobre esta cuestión, Antonio Tostado alerta de las consecuencias que podría tener la decisión de la Unión Europea de rebajar para los próximos seis años las ayudas al programa de alimentos para las personas más necesitadas.

"Podríamos perder hasta 10 toneladas", indica, en su caso, respecto a las donaciones que reciben de Cruz Roja y Banco de Alimentos gracias a este programa.