PSOE-A dice que el Parlamento no puede convertirse "en un juzgado" y que UGT-A a quien debe rendir cuentas es a la Junta

El PSOE-A ha considerado este lunes que el Parlamento no se puede convertir en un "juzgado o en una sala de vistas" y que UGT-A, en relación con el caso de facturas y gestión de los fondos para formación de desempleados, debe "rendir cuentas" ante el Gobierno andaluz, como administración que le concedió las subvenciones.
El secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo
El secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo
Europa Press/Archivo
El secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo

El PSOE-A ha considerado este lunes que el Parlamento no se puede convertir en un "juzgado o en una sala de vistas" y que UGT-A, en relación con el caso de facturas y gestión de los fondos para formación de desempleados, debe "rendir cuentas" ante el Gobierno andaluz, como administración que le concedió las subvenciones.

El secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, ha manifestado a los periodistas que, en línea con lo que ha dicho el presidente del Parlamento, Manuel Gracia, la Cámara autonómica "no se puede convertir en un juzgado o en una sala de vistas".

Ha indicado que cualquier organización que haya recibido ayudas de la Junta, cuando tiene que justificarlas, ha de hacerlo, de acuerdo con las vías que están establecidas, precisamente ante la administración autonómica.

Ha señalado que dichas organizaciones que han recibido ayudas o subvenciones de la Junta no tienen que rendir cuentas ante el Parlamento, sino ante la administración autonómica.

Asimismo, Juan Cornejo ha manifestado que, como cualquier ciudadano, ve con preocupación que organizaciones que han hecho mucho por este país y que juegan un papel fundamental en la concertación social en Andalucía tengan "en entredicho cualquier situación de expedientes o de concesión de subvenciones que no hayan tenido la finalidad para las que fueron otorgadas".

Para Cornejo, hay que revisar la concertación social, pero nunca rechazar la vía del diálogo. Ha apuntado que el hecho de que determinadas organizaciones tengan que reestructurarse, reorganizarse, mejorar su funcionamiento o depurar responsabilidades no significa que no sigan siendo interlocutores para un gobierno que necesita de la interlocución con la sociedad.

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