«Debe generarse un debate para impulsar el registro»

Aragón fue una de las primeras comunidades autónomas en crear un registro de voluntades anticipadas.
Miguel Ángel Berdún es el presidente del comité asistencial de ética del hospital San Jorge de Huesca y uno de los encargados de revisar las solicitudes.
 
¿Qué le falta al registro para llegar a todos los aragoneses?
 
Es necesario impulsar un debate social que casi no ha existido. La mayoría de los ciudadanos no saben que pueden solicitarlo incluso en sus centros de salud. Además, muchos médicos de cabecera tampoco lo conocen. A pesar de que se ha intentado difundir, no ha calado.
 
¿Qué se puede solicitar a través del documento?
 
Por un lado, se puede pedir que no se alargue la vida de forma artificial en caso de accidente o enfermedad que deje al paciente en estado vegetativo permanente o con daños irreversibles, entre otros supuestos.
 
También contempla otras posibilidades...
 
Sí. Se puede pedir que se administre medicación para evitar el dolor, dejar constancia del deseo de donar órganos tras la muerte e incluso elegir el destino final del cuerpo o el tipo de asistencia religiosa que se quiere recibir.
 
¿Se admiten todas las solicitudes?
 
Casi todas, pero siempre deben ajustarse a la ley y a la ética médica. Por ejemplo, no se acepta una instancia en la que se pida la administración de la eutanasia.
 
¿Se necesita entonces un diálogo previo con el médico?
 
No es obligatorio legalmente, pero es básico para el correcto desarrollo del proceso. El documento de voluntades anticipadas debe ser algo más que un papel. Tiene que basarse en un proceso de comunicación con el doctor.
 
¿Es fácil de rellenar y presentar?
 
No es complicado, pero se debe insistir en que es muy importante informarse y documentarse. Es mejor no tener documento que tenerlo mal hecho.
 
BIO Miguel Ángel Berdún, a sus 46 años, es jefe de medicina interna en el hospital San Jorge de Huesca y tiene un máster en bioética.
 
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