Tanto el Gobierno español como el PP han rechazado este jueves que se pueda llegar a convocar una consulta el 9 de noviembre de 2014 porque "no cabe en la ley" y se considera "ilegal".

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha declinado tajantemente que vaya a autorizar ninguna consulta en Cataluña porque considera que va contra la Constitución y contra la soberanía de todos los españoles. El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, también ha asegurado que el Gobierno garantiza que no se celebrará una consulta ilegal en Cataluña.

Fuentes del Palacio de la Moncloa han recalcado a Efe que el Gobierno no va a permitir una iniciativa de ese tipo, como la anunciada por el presidente catalán, Artur Mas, y que así lo dejará claro esta tarde el jefe del Ejecutivo en la rueda de prensa que tiene previsto ofrecer con el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy.

El portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, ha advertido de que "no se va a producir ninguna consulta" soberanista en Cataluña "porque esa consulta no cabe en la ley". "Cataluña es Estado, Estado español, y el representante ordinario del Estado y de las instituciones del Estado, una de las cuales es la Generalitat, es Artur Mas. Tiene que cumplir con su función, cumplir las leyes y hacer cumplir las leyes", y con esta decisión "se aleja de esa función de una manera peligrosa", ha advertido Alonso.

Por su parte, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha apelado al "seny" (sentido común) para reconducir el "error histórico" que supone el anuncio de una consulta ilegal la pactada en Cataluña por unos dirigentes "irresponsables" y que es "radicalmente inconstitucional" porque quien puede decidir sobre esas cuestiones "es sólo y exclusivamente el pueblo español en su conjunto", tal y como recoge la Carta Magna.

Fernández no ha ahorrado calificativos para referirse a la situación en Cataluña, que ha tachado de "lamentable y penosa", "penosísima" para quienes viven en esa comunidad, y ha dicho que se ha creado una división y una confrontación social e incluso familiar "sin precedentes".

El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha subrayado que tras la consulta catalana se esconde un referéndum de autodeterminación con el que los socialistas no están de acuerdo y ha advertido al presidente de la Generalitat de que está llevando a Cataluña a "un callejón sin salida".

En unas breves declaraciones en el Congreso, Rubalcaba no ha querido pronunciarse sobre qué actuaciones debe realizar el Gobierno si quiere evitar esa consulta y ha señalado que corresponde al Ejecutivo fijar sus pasos.  Ahora bien, ha asegurado que sobre este tema el presidente del Gobierno y él lo tienen "todo hablado" y que comparten posición en contra de la consulta.

Rubalcaba El líder del PSC, Pere Navarro, ha considerado "un lamentable espectáculo" la reunión de este jueves para definir la pregunta de la consulta soberanista y que encabeza el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y ha agregado que no le han invitado. "Una vez más hay dos personas que se reúnen, que intentan alcanzar un acuerdo, y a partir de aquí, intentan imponer el acuerdo a los otros", ha afirmado a los medios al preguntársele por la reunión entre los partidos que apoyan el derecho a decidir.

Para Navarro, debe haber diálogo para alcanzar acuerdos entre la Generalitat y el Gobierno central, y cree que se debe hablar de la consulta pero también de cuestiones como la financiación, en vez reunirse "para intentar pactar una pregunta que no llevará a ninguna parte".

La portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, ha advertido a CiU y ERC de que la soberanía sobre la integridad territorial del Estado reside en todos los españoles y que la consulta, cuya pregunta y fecha de celebración ya ha sido consensuada, no cabe en la Constitución.

Rodríguez ha sido preguntada, en rueda de prensa en la Cámara Baja, sobre la reunión antes de conocerse que la consulta será el 9 de noviembre del 2014, con la pregunta: "¿Quiere usted que Cataluña sea un Estado?". La portavoz socialista ha subrayado que ese tipo de situaciones sólo contribuyen a ahondar en la confrontación y en la crispación y que no conducen "a ninguna parte".