Las obras permanecen paralizadas a la espera de que se apruebe un nuevo presupuesto, cuyo incremento asciende a 52 millones de euros, según explicó ayer el subsecretario de Cultura, Antonio Hidalgo. Esta partida está pendiente de aprobarse en quince días o en un mes. El polémico proyecto de la ampliación del Prado «nunca estuvo completo, definitivo y cerrado», según Hidalgo, lo que ha ocasionado «un incremento desorbitado del coste de los proyectos y, asimismo, el desorden en su planificación y su retraso, que también tiene efectos económicos».